PAMPLONA. El Ayuntamiento de Pamplona y la sociedad pública Nasuvinsa van a colaborar para poner en marcha “Zure-tokia”, un proyecto de vivienda colaborativa, de apartamentos de alquiler para personas mayores de 65 años en el barrio de Azpilagaña. Se trata de promover 32 viviendas en una parcela municipal ubicada cerca de la confluencia de la calle Río Alzania 18 con la plaza Manuel Turrillas, que el Ayuntamiento cede para que Nasuvinsa diseñe el proyecto, realice la inversión para la edificación y gestione después el alquiler. El edificio acogerá también un centro comunitario para el barrio de Azpilagaña y una jubiloteca, ambos de titularidad municipal.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y el gerente de la empresa pública Nasuvinsa, José María Aierdi, han presentado esta mañana los detalles de esta experiencia piloto, que parte de un planteamiento de carácter social para ofrece nuevas fórmulas de vivienda accesible que respondan tanto a los retos arquitectónicos y sostenibles actuales, como a las necesidades del envejecimiento activo de la sociedad de hoy en día. Una de las principales características de esta edificación es que se integra en la ciudad consolidada, lo que favorece que las personas mayores que los habiten queden integradas en la vida del barrio compartiendo espacios comunes y servicios.

En concreto el bloque de apartamento se situará en la parcela sin construir situada la calle Río Alzania 18, en las inmediaciones de la plaza de Manuel Turrillas. El Ayuntamiento cede la parcela durante 75 años y gana para la ciudad la cesión de espacios en las dos plantas bajas del edificio (con dos superficies, aprovechando el desnivel que ofrecen las diferentes cotas) y en parte del sótano para su uso como centro comunitario para el barrio y para acoger una jubiloteca. En total, más de 500 metros cuadrados de superficie útil para dinamizar la vida del barrio (280 m2 útiles para el espacio de jubiloteca y 265 m2 para el centro comunitario). Lo que se pretende con este proyecto, según han destacado tanto el alcalde como el vicepresidente del Gobierno, es seguir generando en Pamplona recursos sociales, servicios y espacios abiertos a la ciudadanía para la participación, la convivencia y el empoderamiento, al tiempo que se oferta a las personas mayores una vía para seguir integrados en la vida y el entorno social de la ciudad.

Viviendas accesibles y versátiles

Los apartamentos serán viviendas totalmente accesibles, versátiles y se podrán adaptar a una o dos habitaciones en función de las necesidades y circunstancias personales de cada una de las personas inquilinas. El edificio contará también con zonas comunes y asistenciales como un txoko que funcione como espacio de convivencia, una sala de psicomotricidad y talleres de actividades. El proyecto incorpora los principales factores de cambio que se están aplicando en edificación sostenible y accesibilidad universal. Una innovación arquitectónica que pasa, entre otros aspectos, por la construcción de un edificio de consumo casi nulo bajo los estándares Passivhaus y pionero en el uso de la madera en su estructura y cerramientos. Estos apartamentos serán la primera promoción pública que aplique la metodología BIM (Building Information Modeling) tanto en su diseño y en la dirección de la obra como en su mantenimiento posterior.

En cuanto al uso de energías renovables, Zure-tokia incorpora la biomasa para la alimentación de calor (con una combinación de energía eléctrica y térmica) y un techo voltaico Plug&Play. Todo ello acompañado de un novedoso sistema de almacenamiento de energía, una solución industrializada que forma parte del proyecto europeo Stardust en el que colabora Pamplona.

Colaboración municipal en el funcionamiento de los apartamentos

La fórmula urbanística utilizada por el Ayuntamiento y Nasuvinsa para la experiencia piloto del proyecto “Zure-tokia” es la de la cesión a 75 años de la parcela municipal en la calle Río Alzania. Una vez que el equipo de arquitectos de Nasuvinsa concluya la redacción del proyecto de ejecución, la sociedad pública se encargará de sacar a licitación las obras de construcción del edificio, así como de la gestión del alquiler protegido de los apartamentos a precios asequibles, unas rentas que servirá para amortizar la inversión realizada en el edificio.

En la gestión del alquiler de estas 32 viviendas, el personal técnico de Nasuvinsa trabajará en colaboración con los servicios sociales municipales y con recursos como la Unidad de Barrio o el tejido asociativo vecinal o sociocultural. El área de Acción Social del Ayuntamiento de Pamplona aportará el criterio social en cuanto al funcionamiento de los apartamentos y asesorará en el tema de los criterios de adjudicación de las viviendas. Está previsto un grupo de seguimiento del proyecto que incluya a Nasuvinsa y a las áreas municipales de Acción Social, Desarrollo Comunitario y Ciudad Habitable y Vivienda.

Este proyecto ha tenido en cuenta las aportaciones y reflexiones surgidas en los grupos de trabajo del Campus Ultzama, una escuela de verano de arquitectura para estudiantes de fin de carrera y posgrados impulsada por Nasuvinsa y la Fundación Arquitectura y Sociedad. Se han celebrado ya dos ediciones, centradas en el propósito de explorar y ofrecer nuevas respuestas arquitectónicas y de tipología de vivienda que respondan a los retos del envejecimiento y las demandas reales de las personas mayores. En verano de 2016, uno de los grupos de trabajo, tutelado por el arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura, esbozó un anteproyecto para esa parcela de Azpilagaña, sobre el que se ha basado el proyecto “Zure-tokia”.