PAMPLONA. La Gerencia y la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona han visitado esta mañana el Palacio de Redín y Cruzat, donde se llevan a cabo las obras para adecuarlo como centro comunitario. El edificio tiene ya las distribuciones de los nuevos espacios definidas y realizadas, así como toda la infraestructura de instalaciones necesaria para un correcto funcionamiento como centro abierto al barrio. Se prevé que los trabajos puedan concluir para finales del mes de abril. Las obras cuentan con un presupuesto de 648.833,02 euros.

Durante estas obras, que comenzaron el pasado mes de octubre, se han realizado nuevas instalaciones de ventilación y telecomunicaciones, se ha modificado la instalación de electricidad e iluminación y se han adaptado las instalaciones de calefacción, fontanería y saneamiento a la nueva distribución del edificio. Los trabajos se centran ahora en los acabados, tanto de techos con la colocación de pladur iniciada en las plantas más altas como de suelos, carpinterías de puertas, escaleras y vidrios en las diferentes dependencias, salas, aulas y despachos.

En la planta baja, de acceso desde la calle Mayor, se ha eliminado un punto de control e información y se prolongarán las rampas existentes ocupando toda la anchura del espacio. Dos despachos se han unificado para crear una nueva zona de información y se han generado un aseo accesible y dos aulas que, unidas, conforman un espacio de usos múltiples. En planta primera se ha mantenido el salón de actos, aunque contará con una mampara de vidrio que permitirá dividir el espacio en dos en función de las necesidades. La redistribución de espacios con el derribo de tabiques ha generado la creación de tres aulas (incluida un aula de cocina), un taller y un aseo accesible.

En la segunda planta se ha intervenido fundamentalmente en la eliminación de barreras arquitectónicas existentes (ascensor eléctrico y accesibilidad) y en el derribo de tabiques para crear un aula de mayor tamaño y un aseo. La tercera planta se va a mantener tal y como estaba, aunque con mejoras en los aseos, la iluminación, las telecomunicaciones o la pintura.

La adecuación del Palacio de Redín y Cruzat como centro comunitario se deriva del proceso participativo Plazara nacido de la iniciativa ciudadana y desarrollado de manera conjunta con el Ayuntamiento de Pamplona. Los espacios del Palacio de Redín y Cruzat quedaron distribuidos prácticamente tal y como han quedado reflejados en el proyecto y se están llevado a cabo con las actuales obras.

Este nuevo centro comunitario se sustenta en criterios arquitectónicos de funcionalidad, propiciando que su uso sea práctico y se ajuste a las necesidades de la vecindad; polivalencia, de tal forma que sus espacios puedan albergan una gran variedad de usos diferentes; accesibilidad, garantizando la eliminación de barreras arquitectónicas para que el edificio pueda ser utilizado de manera abierta y sostenible, promoviendo un edificio que tenga una huella ecológica mínima, mediante sistemas que ayuden a reducir el consumo de recursos como energía, agua... y a su vez minimicen la emisión de CO2 al entorno.