pamplona - Las obras que se llevan a cabo para el desmontaje de la pasarela del Labrit van a provocar afecciones en el tráfico rodado y peatonal durante toda la jornada de hoy y probablemente también mañana según vayan desarrollándose los trabajos. Para evitar problemas, la intervención no comenzará antes de las 9 horas para evitar el horario de mayor intensidad de tráfico en la zona coincidiendo con los accesos a los centros educativos o puestos de trabajo.

A pesar de la presencia en la calzada de diferentes vehículos y maquinaria para la retirada de la estructura, está previsto que se mantengan abiertos los dos sentidos de la circulación en el tráfico rodado. Únicamente en caso de necesidad, y dependiendo de la evolución de los trabajos, se podría anular puntualmente uno de los sentidos de la circulación priorizando la seguridad de vehículos y peatones.

En ese caso se anularía en sentido de entrada a la ciudad, es decir, la subida por la cuesta de Labrit hacia el centro. Esas posibles restricciones no afectarían en ningún caso al transporte urbano comarcal que podría circular en ambos sentidos. Al igual que ocurre con la calzada, y dependiendo de cómo vayan desarrollando las labores de desmontaje de los paneles, podrían producirse cierres al tránsito peatonal en los tramos de acera que recorren la parte inferior de la pasarela.

Después de los trabajos previos que se han llevado a cabo durante la última semana para la limpieza y retirada de residuos y materiales oxidados, ayer se iniciaron las labores de desmontaje de los paneles inferiores de la pasarela. Cabe recordar que el desprendimiento de algunas de estas láminas metálicas en febrero de 2016 puso al descubierto el deterioro que sufría la pasarela y obligó a su cierre, primero transitoriamente y a partir de julio de ese año, de forma permanente.

Las obras comenzaron ayer en la zona más cercana a la Plaza de Toros y se fueron desplazando hasta el límite con la calzada. El tránsito peatonal por debajo de la estructura quedó clausurado mientras se desmontaban las planchas -algunas de ellas de un tamaño muy considerable- y se retiraba la malla de sujeción colocada hace tres años para evitar nuevos desprendimientos.

En estos trabajos se empleó una máquina elevadora que permitía ascender hasta la estructura para recoger las planchas metálicas retiradas sin que cayeran al suelo.

“deteriorada e inestable” Las imágenes captadas en el interior de la pasarela confirman el grave deterioro que presenta la estructura por efecto de la oxidación. Las planchas de metal que fueron colocadas por debajo de la zona de paso han perdido casi toda su resistencia por efecto del agua acumulada, uno de los defectos que fueron detectados desde el principio. Además, son visibles algunos fallos en la ejecución de las obras, como la existencia en las barandillas de zonas sin las sujeciones pertinentes.

El informe técnico sobre la pasarela recoge la existencia de tres tipos de patologías. En primer lugar señalan una “concepción estructural deficiente” con reflejo en un “diseño incorrecto de las cimentaciones” que “no son capaces de garantizar la rigidez y capacidad resistente horizontal suficiente” y con reflejo también en la estructura metálica, que presenta “inestabilidad” y “pandeo lateral”.

En segundo lugar, los técnicos señalan los “defectos de ejecución” de la pasarela destacando, entre otras cosas, las “posibles desalineaciones entre chapas”, los “defectos generalizados” en soldaduras, “cuadernas no ejecutadas de acuerdo a proyecto, la aparente “falta de tornillos en zona de apoyos” o las “abolladuras” en algunas de las partes de las vigas principales.

En tercer lugar y respecto a los defectos de conservación, los técnicos municipales señalan la “corrosión generalizada de las chapas situadas bajo el pavimento de madera” y la corrosión en las zonas de apoyo. Al respecto recuerdan que el servicio postproducción de la UTE que ejecutó las obras debía haber hecho inspecciones y haber entregado una cronología de las mismas, circunstancia que tampoco se cumplió.

Para los responsables de la obra, la pasarela tiene arreglo y acusan al equipo de Gobierno de tomar la decisión de desmontarla por intereses electorales. 810.000 euros es la cantidad que el Ayuntamiento piensa reclamarles por los defectos en su construcción y la imposibilidad de acometer una reparación viable. La pasarela entró en funcionamiento en 2010, pero desde el principio estuvo rodeada de dudas tras conocerse que existían algunas restricciones a su uso (no se permitió que fuera atrevesada por una carrera atlética). Pese a que en 2013 se detectaron los primeros fallos, el gobierno regionalista no tomó medidas.