pamplona - El Ayuntamiento ha propuesto dos soluciones técnicas para el arreglo provisional de la presa de Santa Engracia que permita las actividades deportivas que se desarrollaban en ese tramo del río Arga hasta el derrumbe parcial del azud por causas naturales hace un par de años. Antes de procederse a la reparación, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tendrá que dar la autorización al proyecto de intervención al tratarse de una obra en el cauce fluvial, mientras que el Gobierno de Navarra, como depositario de las competencias medioambientales, deberá hacer su propio informe.

En la memoria remitida a finales de enero a la consejería de Medio Ambiente, la jefa del servicio de Conservación Urbana del Ayuntamiento menciona las quejas ciudadanas recibidas sobre el estado que presenta la presa, “que repercute no solo en la imagen de la memoria de la ciudadanía, sino en la altura de la lámina que permite utilizar esta parte del río para diversas actividades”.

Los informes confirman que la rotura “ha ido evolucionando desfavorablemente con el tiempo”, por lo que se plantea su reparación desde el punto de su mantenimiento y de la actuación de obra civil, cumpliendo lo establecido por la comisión de Urbanismo donde los grupos municipales acordaron que se acometa un arreglo provisional.

El Ayuntamiento propone dos opciones, una de ellas incorporando una rampa de paso de peces. En ambos casos, la intervención prevista plantea el acceso por la margen izquierda con la realización de una ataguía en el trasdós de la presa para poder acceder al punto de las obras, donde se habilitará una escotadura en la margen derecha. La reparación propiamente dicha se realizará mediante la citada escollera y un muro de hormigón. Posteriormente se regularizará la zona de vertido mediante la disposición de una solera de 20 centímetros.

El presupuesto de la intervención que incluye el paso de peces es de 145.000 euros y 62.000 la que no tiene rampa.

la ocurrencia de upn El equipo de Gobierno ha reiterado en diversas ocasiones su intención de reparar la presa, aunque la oposición parece decidida a convertir el asunto en materia de confrontación electoral con la vista puesta en los próximos comicios. La última ocurrencia ha partido de los regionalistas, que no contentos con haber propuesto la colocación de andamios en la pasarela del Labrit pese al estado ruinoso en el que se encuentra, ahora han planteado al Ayuntamiento que inicie la reforma de la presa sin contar con los permisos necesarios.

La propuesta fue rechazada en la Comisión de Urbanismo de esta semana, donde tanto Joxe Abaurrea (EH Bildu) como Iñaki Cabasés (Geroa Bai) reiteraron la decisión de acometer el arreglo provisional pero sin que esto obligue a saltarse el procedimiento o cometer algún acto ilegal.

Lo que se mantiene es el descontento de los integrantes del club de remo, que con el derrumbe de la presa vieron cómo desaparecía la lámina que permitía aguas arriba sus actividades lúdicas. Se quejan de que las promesas para la reparación no se terminan de concretar y dudan de las intenciones futuras del Ayuntamiento tras conocerse el contenido del informe elaborado por una consultora sobre el entorno fluvial de Pamplona.

Entre otras cuestiones, el documento plantea la eliminación de los azudes que se mantienen en el río Arga por considerar que incrementan los efectos en algunas crecidas y que su mantenimiento resulta muy costoso. El informe, realizado por la empresa Fluvialis River Innovation en 2017, formará parte del debate social que el Ayuntamiento quiere poner en marcha de cara a definir el ámbito fluvial de la ciudad, donde se analizarán las estructuras que se mantienen en el río y su futuro.

conservación Con respecto a las presas, el informe alude a la Harinera de Ilundain y a la de Santa Engracia. Sobre esta última menciona que derivaba agua por la margen izquierda del río Arga a las antiguas industrias del caucho y que “su desuso y mal estado de conservación requiere de un coste de mantenimiento muy elevado, totalmente insostenible a largo plazo”.

Considera que estas infraestructuras transversales suponen una “afección crítica para el funcionamiento del río” y que con su retirada se mejora la “continuidad longitudinal, el transporte de sedimentos, se posibilita el paso de fauna y se disminuyen los efectos de algunas crecidas aguas arriba de los mismos”.

Limpieza. El Ayuntamiento encargó a principios de año la retirada de los restos de la presa de Santa Engracia derrumbados la primavera pasada por efectos de las riadas y de otros materiales de alto tonelaje y arbolado que permanecían en el cauce del río Arga. Los trabajos se centraron en el tramo entre los puentes de Curtidores y Oblatas, donde se recuperaron algunas partes del antiguo puente del Plazaola.

Del siglo XIII. La presa de Santa Engracia fue construida en piedra en el siglo XIII, con la función de servir al molino harinero municipal destinado a los hornos del Vínculo, aunque a finales del siglo XIX se transformó en una central eléctrica propiedad del Ayuntamiento.