Pamplona - La margarita del me quiere o no, el trébol de cuatro hojas que nunca aparece, las flechas para tirar al jersey, las meacamas con las que aún se hacen socorridos ramos... Todas ellas forman parte de la infancia y solo verlas evocan a cualquiera a la niñez más feliz. Ahora, el Ayuntamiento de Pamplona se ha propuesto recuperar la belleza de las flores de la ciudad y ha puesto en marcha una nueva iniciativa, dentro del programa Pamplona es flor, para preservar, al menos hasta junio, este particular jardín de joyas silvestres.

Dando protagonismo a diez flores diferentes, ha seleccionado otras tantas zonas de la ciudad que dejarán de cortarse deliberadamente hasta que llegue el verano y que estarán señalizadas con un cartel informativo en el que se destacará la importancia y la belleza de la flora silvestre de Pamplona, dónde crecen, además de las habituales margaritas, tréboles o flechas, otras más curiosas como orquídeas de hasta cuatro tipos por lo menos. Los espacios seleccionados pretenden que el paseante se pare y disfrute con la belleza de las flores, y además se han querido repartir por todos los barrios de la ciudad. Porque las flores configuran pequeños ecosistemas para insectos, aves, reptiles y mamíferos, lo que les convierte en auténticas joyas.