pamplona - La Casa Misericordia está realizando trabajos de reforma en la Plaza de Toros, que incluye la limpieza y restauración de la puerta principal y de las dos torres paralelas, así como de los elementos decorativos existentes, entre ellos el escudo republicano de Pamplona que sigue presidiendo la fachada principal del edificio.

Las obras comenzaron a finales de marzo y acabarán antes del inicio de las fiestas de San Fermín. El coste previsto supera los 200.000 euros, sufragados en su totalidad por la entidad benéfica.

Según explicó Arturo Pérez, aparejador y gestor de proyectos de la Meca, el objetivo es que la Plaza de Toros de Pamplona “presente un aspecto digno y cuidado en la celebración de su inauguración dentro de 3 años. Queremos, en la medida de lo posible, destacar la monumentalidad y dignidad que el cuerpo de acceso presentaba cuando fue construido hace un siglo”.

El tiempo transcurrido, el efecto destructor de los agentes climáticos y las numerosas reformas sufridas han ido dejando su huella en el edificio. En algunos casos, el proceso de oxidación y degradación del hormigón expuesto a la intemperie había terminado por provocar roturas de elementos constructivos y decorativos en las cornisas superiores y en la crestería de coronación.

“En este tipo de arquitectura historicista, estos elementos tienen gran importancia desde el punto de vista estético y compositivo. Era fundamental recuperar la geometría original de todas las cornisas, con una definición limpia y clara de sus aristas y sus molduras”, comentó Amaia Prat, arquitecta responsable del proyecto, durante una reciente visita a las obras.

Una gran lona cubre la fachada principal de la Monumental de Pamplona. Detrás se encuentran los materiales habituales en cualquier proceso de reforma y los empleados de la empresa encargada del proyecto de restauración, Construcciones Leache. “Es un edificio antiguo y contiene elementos que es necesario cuidar y preservar. Algunos estaban rotos y hemos tenido que sustituirlos siguiendo los moldes de silicona existentes y en otros casos se está haciendo un trabajo manual de restauración muy detallado en capiteles y frisos”, comentó Prat.

patologías del edificio El edificio presenta diversas patologías, como las típicas manchas superficiales debidas a la exposición a los agentes climáticos, la contaminación, las aves y las producidas por la incorrecta evacuación del agua de lluvia.

Entre los trabajos previstos está la limpieza de la fachada principal mediante chorro de silicato de aluminio para eliminar los hongos, líquenes y musgos, las manchas de suciedad y las partes de revestimiento disgregado o en mal estado de conservación. Se va a aplicar -excepto en los elementos moldurados y decorativos- una capa de mortero de capa fina a base de cal y cemento con aditivos orgánicos y armado con fibras para mejorar y unificar el soporte, con el objetivo de que la fachada adquiera un aspecto similar a la piedra arenisca.

cornisas El proyecto incluye la reconstrucción de las cornisas, la mayoría de las cuales había perdido su geometría original -una cuestión relevante desde el punto de vista estético y compositivo en este tipo de edificios- y tampoco podían cumplir correctamente su cometido de sacar o evacuar el agua de lluvia para proteger las partes inferiores.

También se va a modificar el sistema de evacuación de agua de las terrazas, especialmente el de las terrazas de las torres, ya que el actual generaba importantes problemas de humedades. “Se ha optado por canalizar el agua de las terrazas de las torres a la terraza central y evacuar toda el agua por la bajante de pluviales existente, que está en buen estado de conservación y tiene sección suficiente”, comentó la responsable.

antipalomas Para evitar los efectos provocados por los excrementos de las palomas se sustituirá el actual sistema de pinchos, que además de ineficaz resultaba antiestético, por uno electrostático: cuando las aves entran en contacto con el sistema reciben al instante un impulso eléctrico que no las daña, pero lo suficientemente desagradable para que se vayan y no vuelvan a posarse en ese lugar. Se ha demostrado en otros casos (las portadas de Santa María la Real de Sangüesa y Santa María de Olite) que se trata de un sistema eficaz y de fácil mantenimiento.

Otro aspecto relevante del proyecto afecta a la simbólica puerta principal. Con el objetivo de potenciar la monumentalidad de la fachada, el proyecto establece modificar la carpintería de los aseos y sustituir la malla metálica situada sobre la reja del arco del triunfo y colocar en su lugar una serie de redondos que los de la reja original- soldados a dos perfiles horizontales.

Por lo que se refiere a la carpintería de los aseos, se propone que por el exterior los perfiles sean de color marrón grisáceo o bronce y los vidrios tengan una tonalidad oscura.

Los trabajos se están desarrollando según los plazos previstos y sin alteraciones, teniendo presente que deberán estar terminados para el inicio de los Sanfermines, al menos en sus aspectos más importantes. “Con la intervención que estamos llevando a cabo vamos a volver a darle vida al edificio, con una definición limpia y clara de sus aristas y sus molduras”, señaló la arquitecta de Leache.

Inaugurada en 1922. Inaugurada en los Sanfermines de 1922, durante el reinado de Alfonso XII, la Plaza de Toros de Pamplona fue en su momento uno de los edificios más relevantes a nivel nacional construido en hormigón armado. Fue proyectada por el arquitecto donostiarra Francisco Urcola. La obra fue ejecutada por la empresa Rufino Martinicorena y su encargado jefe de la obra fue el joven Félix Huarte.

Coste. El presupuesto del proyecto presentado por Urcola en noviembre de 1920 tenía un coste de 1.302.311,56 pesetas. El hormigón armado supuso aproximadamente un 76% del total, lo que da idea de la importancia y la presencia de este novedosos material en aquella época.

Reforma de Moneo en 1966. La plaza ha sufrido numerosas modificaciones para aumentar el aforo e ir adaptándose a las nuevas necesidades que iban surgiendo. Cabría destacar la ampliación llevada a cabo según el proyecto redactado por el arquitecto Rafael Moneo en mayo de 1966.

El Post-it

Arbolado. Al tejado de las dos torres situadas a ambos lados del cuerpo principal de la fachada se accede por una pequeña puerta de la grada alta, en el tendido 2. Lo primero que destaca es el espacio donde se mantiene al escudo que preside la Plaza de Toros. Lo segundo son los árboles del perímetro del edificio, tan frondosos que en la práctica impide que la fachada pueda contemplarse a cierta distancia. Está sobre la mesa la opción de recortar algunas ramas con el objetivo de mejorar su visibilidad.