Pamplona - El Pleno aprobó ayer con los 14 votos que suman EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e I-E la nueva ordenanza reguladora de la utilización y del fomento del euskera en el ámbito del Ayuntamiento de Pamplona, que sustituye a la que fue aprobada en 1997. Votaron en contra PSN y UPN, cuyo portavoz, Enrique Maya, reiteró la intención de su formación de recurrir a los tribunales el texto aprobado.

La nueva ordenanza define el castellano y el euskera como lenguas “propias” de la ciudad. Busca garantizar los derechos lingüísticos de la ciudadanía y adaptar la normativa a la realidad social y al contexto jurídico vigente, tanto a nivel foral (Ley Foral del Euskera y decretos que la regulan) como europeo (Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias).

La ordenanza aprobada ayer se compone de 8 capítulos, 28 artículos, una disposición adicional y otra final, que abarcan aspectos como el ámbito de aplicación de la norma, las relaciones administrativas, los derechos de la ciudadanía, la imagen municipal, todo lo relativo al personal y funcionamiento interno municipal, la toponimia, el fomento del euskera o la participación.

El nuevo texto recoge una gran parte del contenido de la actual ordenanza, pero se ha optado por la aprobación de una nueva como fórmula jurídicamente más segura y clara, de forma que se eviten los problemas de interpretación y aplicación que se han ido originando por las modificaciones parciales de la norma y el tiempo transcurrido desde su aprobación. Recoge la garantía de la atención municipal en la lengua que cada persona decida utilizar, la regulación del euskera en el paisaje lingüístico de la ciudad, los cauces para determinar los puestos de trabajo que precisen del conocimiento del euskera, su valoración cuando no sea requisito imprescindible, una estructura operativa interna que posibilite la tramitación de expedientes en euskera o la creación de un Consejo del Euskera.

debate de los portavoces Tras la intervención de un asistente al Pleno, Joseba Otano, que hizo un repaso por las diferentes alegaciones presentadas durante el proceso previo por la asociación Administrazioa Euskaraz Taldea, llegó el turno de las intervenciones de los portavoces de los grupos municipales.

El primero en intervenir fue Aritz Romeo (EH Bildu), que recordó las continuas limitaciones que los sucesivos gobiernos regionalistas fueron introduciendo en la ordenanza para impedir su utilización. Itziar Gómez (Geroa Bai) aludió a las recomendaciones de la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias para proteger a idiomas como el euskera y se refirió a la discriminación que la población vascoparlante ha sufrido en su propia ciudad.

En parecidos términos se expresó Edurne Eguino (I-E), que defendió la nueva ordenanza por mantener un equilibrio, mientras que Laura Berro (Aranzadi) dijo que se van a garantizar los derechos lingüísticos de todos los pamploneses. El regionalista Enrique Maya aseguró que recurrirán a los tribunales al considerar que la ordenanza equipara a Pamplona con la zona vascófona. Maite Esporrín (PSN) criticó el texto aprobado por falta de consenso y por favorecer el acceso al empleo público a los vascoparlantes.