pamplona - Tras la presentación protocolaria hace unos días de los integrantes de la lista de Navarra Suma en Pamplona, su candidato Enrique Maya concretó ayer algunas de las propuestas con las que piensa recuperar la Alcaldía que perdió hace cuatro años y reconoció, a preguntas de los periodistas, que necesitará apoyos tras las elecciones del 26 de mayo y que el pacto entre UPN, PP y Ciudadanos puede ser un inconveniente a la hora de buscar los votos del PSN.

En este sentido apostó por “recomponer” los acuerdos con los socialistas, asegurando que los “pactos postelectorales pasan por el PSN”, a quien emplazó a “decidir con quién va: si quiere ir con un proyecto como Navarra Suma o con el de Asiron, son las dos opciones que tiene”.

Aunque se mostró confiado de los resultados de la coalición Navarra Suma -“de lejos vamos a ser la lista más votada”- dio por hecho que no les alcanzará para llegar a los 14 escaños que marcan la mayoría y que deberán buscar otro aliado. “Que no tenga ninguna duda la señora Esporrín de que si tiene más concejales el Partido Socialista que Navarra Suma, al día siguiente le ofreceremos que sea ella la alcaldesa. Igual hace ella lo mismo y si tenemos más Navarra Suma que ellos, igual nos ofrecen la Alcaldía”.

Centrándose en el PSN, el candidato de la derecha señaló que si la decisión de UPN de juntarse con PP y Ciudadanos “es la excusa que luego quieren sacar para irse con Bildu, ellos verán, pero nosotros no nos vamos a dejar llevar por el ritmo de otros” y que “porque otros nos quieran poner líneas rojas, nosotros haremos lo que tenemos que hacer”.

También fue preguntado por la posibilidad de que Vox consiga representación en el consistorio pamplonés -se necesita como mínimo el 5% de los votos- aunque en este caso evitó posicionarse sobre la eventualidad de un acuerdo futuro. En cambio, sí fue rotundo al afirmar que la formación ultra “no nos condicionaría jamás” y si hay “cualquier intención de Vox de mediatizar nada, estamos nosotros para que eso no ocurra. No condicionará jamás nada en cuestiones identitarias en Pamplona”.

Acompañado de varios miembros de su candidatura, Maya detalló los ejes de la campaña electoral, que como es previsible centra sus críticas en el gobierno del cambio y en el alcalde Joseba Asiron. En la línea de lo que ha ocurrido durante la legislatura, volvió a recurrir a los habituales agravios identitarios como la ikurriña o el euskera -“han sido cuatro años marcados por esa hoja de ruta nacionalista”- y enumeró unos cuantos proyectos (como el de Pío XII o la Amablización) que pretenden revertir, aunque sin detallar cómo.

330 propuestas Sobre el programa electoral, Maya destacó que contempla 330 medidas “muy estudiadas y completas” para que Pamplona sea “una ciudad de oportunidades”. En cuanto a infraestructuras y nuevas obras, defendió el impulso del tren de alta velocidad, el puente de Cuatrovientos que se ha comprometido a impulsar en los dos primeros años de legislatura, o la promoción de cientos de viviendas protegidas y de alquiler joven en Lezkairu, Txantrea o Echavacoiz en parcelas municipales.

También aseguró que si recupera la Alcaldía eliminará el área de Participación Ciudadana “porque se ha demostrado que no hace falta. Hay que tener los mecanismos pero no un área específica. La participación ha sido una excusa para no hacer y la participación que han hecho es un timo”. Afirmó que no van a permitir la “autogestión” en edificios públicos y aludió a los gaztetxes como uno de los símbolos de la legislatura que está a punto de terminar.

Juntos, pero todavía no revueltos. Sentados en primera fila en la sala de prensa de la sede principal de UPN se encontraban Carmen Alba y Fernando Sesma, de PP y Ciudadanos, respectivamente que apenas cruzaron algún comentario con Ana Elizalde situada a su lado.

Campaña. Entre las propuestas que ayer esbozó Maya está la de construir un edificio para aparcamientos de coches en la Rochapea.