PAMPLONA. El candidato de Navarra Suma a la Alcaldía de Pamplona, Enrique Maya, ha apostado este sábado por "una política lingüística que responda a la realidad de la ciudad y no por una que pretenda cambiarla con evidente intencionalidad política, como ha hecho Asiron, con el apoyo de Geroa Bai, Aranzadi e IE".

Maya ha criticado que Asiron "ha actuado durante toda la legislatura como si Pamplona fuera una ciudad 100% vascófona, imponiendo una serie de políticas que atentaban directamente contra los derechos de la inmensa mayoría de la sociedad pamplonesa".

Así, ha afirmado que "se ha impuesto el euskera indiscriminadamente en plazas donde no tenía sentido alguno, impidiendo el acceso al empleo público a la inmensa mayoría de Pamplona" y ha destacado que "los tribunales han tumbado convocatorias tan variadas, como las de letrados o desinfectadores".

Maya ha detallado que "según reconoció el propio director, Bildu dio la instrucción al área de Personal de imponer el euskera como mérito en todas las plazas en las que no constaba como requisito obligatorio, estuviera o no razonado, dotándolo de una puntación que lo convertía en un factor determinante".

Además, ha asegurado que "la discriminación de los castellano hablantes en el acceso al empleo público se va a multiplicar con la aplicación de la nueva ordenanza del euskera publicada esta misma semana en el Boletín Oficial de Navarra".

El candidato ha indicado que la nueva norma "impone el euskera no sólo en puestos que no son de atención al público, sino que también genera obligaciones incluso a empresas y asociaciones con relación con el Ayuntamiento".

Del mismo modo, ha criticado que "se prioriza el euskera sobre el castellano en toda la cartelería y comunicaciones municipales", algo que ha considerado "un absoluto sinsentido, teniendo en cuenta que según datos del propio Gobierno Barkos, solo utiliza esta lengua el 2,9% de los pamploneses".

Enrique Maya ha afirmado que "la voluntad de imponer el euskera fue la motivación de expulsar a decenas de familias de las escuelas infantiles en las que ya estaban matriculados sus hijos, sin permitirles terminar el ciclo en ellas y con sus educadoras". Un hecho que el candidato ha calificado como "el mayor acto de crueldad y sectarismo del cuatripartito en estos cuatro años".

Por todo ello, Maya ha considerado necesario "modificar la ordenanza aprobada in extremis por el cuatripartito para garantizar los derechos de todos los pamploneses, castellano hablantes y vasco parlantes, y, a partir de ahí, alcanzar consensos amplios dentro del ámbito municipal para alejar el euskera del debate político y afianzar su carácter cultural, propio también de Navarra".

"Creo que las imposiciones de esta legislatura han hecho mucho daño al propio euskera, porque no han promocionado de ninguna forma el amor por esta lengua, sino que han intentado convertirlo en un carné de trabajo y en algo obligatorio", ha apuntado.

"Identificar el euskera con un proyecto político nacionalista y utilizarlo con el evidente y declarado objetivo de la construcción nacional es el mayor perjuicio que se puede cometer contra esta lengua y es lo que provoca que, lamentablemente, muchos navarros no lo sientan como algo propio de nuestra cultura, algo que me duele personalmente", ha lamentado.