pamplona - Cazar y ahuyentar a las palomas en el centro de la ciudad. Es el doble cometido que tiene la pareja de halcones (Iruña y Falco) que se acaba de instalar en la torre de la Catedral de Pamplona. La pareja ya sobrevuelva desde su nueva atalaya -toda una suit con vistas espectaculares- el cielo pamplonés y aunque ahora tienen menú a la carta (palomas muertas que encuentran atadas en un palo que cuelga del nido) pronto aprenderán a cazar y a valerse por sí mismos. Tan “inmaduros” (tienen mes y medio de vida) como temibles, se trata de una de las aves más rápidas del mundo y posiblemente alcance los 320 kilómetros por hora al descender en picada desde grandes alturas para atacar a su presa favorita: la paloma.

Las nuevas rapaces serán bienvenidas por la población del Casco Viejo si bien a juicio de Camino Caso, directora de área de Ecología Urbana y Movilidad del Ayuntamiento de Pamplona, no se puede hablar de “sobrepoblación” de palomas o de plaga. “No tenemos un censo de palomas pero cuando se hizo una estimación desde el área, en Pamplona y alrededores el ratio era bajo. En otras ciudades como Barcelona, Madrid o Zaragoza su presencia se multiplica por cinco. El problema es que el Casco Viejo es tan grande que tiene muchos recovecos que les encanta y es más notable su presencia”, remarcó.

El Ayuntamiento de Pamplona, en colaboración con el Gobierno de Navarra y el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Ilundáin y el Arzobispado de Pamplona, ha puesto en marcha este proyecto de reintroducción del halcón peregrino con la técnica de hacking en la ciudad. Este método refuerza “el equilibrio en el ecosistema urbano introduciendo un depredador para controlar de manera biológica la población de paloma”, asegura Camino Jaso. Solamente el estrés que les supone a las palomas el ver a su predador en los alrededores puede “disminuir considerablemente el número de puestas y el éxito de las mismas”.

El proyecto se está realizando con GAN-NIK, empresa pública del Gobierno de Navarra que cuenta con personal experto en la cría y control de aves. La torre de la Catedral ha sido el lugar elegido para la cría de los polluelos. Allí se ha instalado el nido artificial con la pareja de polluelos a los que se les ha colocado dos emisores GPS, videocámara de seguimiento y para la alimentación de los polluelos se cuenta con la colaboración de GAN-NIK, el centro de recuperación de fauna silvestre de Ilundáin y personal de Taconera. El pasado 2 de mayo se instaló el jaulón y el día 6 llegaron los dos polluelos procedentes de un criador de Bardenas Reales. La semana pasada, con 40 días de edad, se abrió la jaula. “Esta maniobra se hizo con sumo cuidado para no asustar a las aves y evitar que pudiesen salir volando de manera incontrolada. En esta fecha ya empezaron a explorar la zona y hacer vuelos en los tejados colindantes a la Catedral”, remarcan fuentes municipales. A mediados de junio, cuando sean totalmente independientes finalizarán las visitas diarias al nido aunque continuará el control a través del GPS. Según Jaso, la pareja de halcones va a pasar de estar de cátering a tener que buscarse la vida. “El halcón peregrino es un ave rapaz presente en Navarra y también se ha confirmada su presencia en Pamplona, incluso llegó a nidificar en el edificio singular. Con esta técnica lo que tratamos es de ahuyentar a las palomas mediante un sistema de crianza controlada. “Las palomas tienen pánico a los halcones porque básicamente son su dieta. Es lo que más les gusta. Son rapaces, no carroñeras y en su crianza se les proporciona palomas muertas (del centro Ilundáin). Es un proceso natural. Ahora están volviendo al nido y dentro de poco cogerán su camino... Si sobreviven, porque un tanto por cierto elevado de estas rapaces se queda en el camino en el primer año de vida, buscarán su territorio y cambiarán de lugar”, remarca. Durante el primer año no crían. “Lo curioso de estas aves es que son filopátricas, es decir, vuelve al lugar donde han nacido, de ahí que en dos años podrían regresar”. Ésta no es una actuación puntual ya que el objetivo es repetir la experiencia para intentar consolidar una población estable de halcón peregrino en la ciudad. Jaso destaca también que el proyecto de palomares comunitarios previstos en diferentes puntos de la ciudad como medida mas definitiva controlar la población de palomas a traves del control de la puesta de huevos no se ha podido llevar adelante de momento. El Ayuntamiento ya puso en marcha el año pasado (septiembre y octubre) otra experiencia piloto con dos águilas y dos halcones, para el control de las palomas de la plaza del Castillo. “Tuvo un papel disuasorio y puntual”, dice Jaso.

Jaulón en la Catedral. El jaulón empleado es un cajón de madera de 120 centímetros de lado con un frente de rejas o malla que puede abrirse a distancia para permitir la salida de las aves una vez completado su desarrollo.

Falco peregrinus. El halcón peregrino (Falco peregrinus) tiene una amplia distribución que abarca los cinco continentes lo que hace que se hayan diferenciado 19 subespecies diferentes. La presente en la península ibérica es la Falco peregrinus brookei, de tonalidad más oscura y de menor tamaño que las poblaciones del resto de Europa. Su menor tamaño hace que no sea tan frecuentemente criado como ave de cetrería.

Águila perdicera. Existen otros proyectos de nidificación controlada y de fomento de la biodiversidad. Después de dos años se consiguió que el águila perdicera (Aquila fasciata) nidificara en la Foz de Lumbier. También se ha trabajado en esta misma línea con el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).

Palomares comunitarios. El Ayuntamiento de Pamplona plantea crear una red de palomares comunitarios municipales como ya existe en otras ciudades como Málaga. “Permite además recoger a alimentadores espontáneos”, destaca Jaso.

Hábitos de ‘Falco’ y ‘Iruña’. Recorren la zona del Casco Viejo y regresan a dormir y a comer a la Catedral, explica uno de los veterinarios vinculados al proyecto. “Salen a cazar palomas u otros pájaros como esterninos, del entorno urbano, y si fallan regresan al nido”, remarca. Desde que tienen un mes y empluman los pollos aprenden a cazar y a valerse por sí mismos. Cuando mejoran su capacidad de caza deciden si vuelven o no al nido. “Si finalmente fijan su territorio estable aquí, entre lo que consumen y lo que espantan, hará que para las palomas deje de ser un lugar atractivo para vivir el Casco Viejo”, explica el veterinario. Y creen que no es probable que crien entre ellos.

Kilo al día de carne. Su presa ideal (cazan a velocidad) es la paloma. Con un kilo al día es suficiente. Un halcón puede cazar entre 700 y 800 palomas al año.

Halcón de ciudad. Es una especie que se reproduce en muchas ciudades ya que los edificios de altura se asemejan a los acantilados donde crían de manera natural. Desde la torre divisan a sus presas en la distancia.