pamplona - Unas trescientas personas protestaron ayer frente al inmueble situado en la calle Jarauta 13 en favor de la expulsión de sus ocupantes, a los que el vecindario señala como agresores el sábado de una paliza que dejó inconsciente a un hostelero en esa vía.

La citación, que no estuvo respaldada por ningún colectivo del Casco Viejo, estaba marcada a las 20 horas bajo el piso, en la confluencia entre las calles Jarauta y Descalzos.

Durante varios minutos, los manifestantes gritaron lemas como “no son okupas, son violadores”, “fuera violadores de nuestros barrios”, fuera chivatos de nuestros barrios”. Además, ayer aparecieron pintadas señalando a los ocupantes por lo ocurrido.

Tras ello, la protesta se desplazó hasta el número 66 de la calle Jarauta, un inmueble en el que, según señalaron algunos presentes, se pudieron refugiar algunos ocupantes del piso de Jarauta.

Antes de que comenzara la concentración algunos de los ocupantes de la vivienda fueron vistos abandonando el inmueble minutos antes de que comenzaran a llegar manifestantes. La protesta discurrió con absoluta normalidad durante aproximadamente 45 minutos. Al fin de este tiempo varios manifestantes colocaron una pancarta en la que se podía leer Kanporatuko zaituztegu (os expulsaremos). Justo después se realizó, a gritos, una nueva convocatoria para “una cacerolada” que tendrá lugar hoy a la misma hora y en el mismo lugar. - D.N.