txANTREA - El nuevo espacio cultural de la Txantrea ya está abierto (antiguo edificio de las Salesianas), y como parte de su programación la Comisión de Cultura del barrio ha puesto en marcha el proyecto Solsticio multicultural. Solsticio. Transición (es) de luz y cultura , que se celebrará el viernes 21 y el sábado 22 de junio. La preparación de las actividades ha corrido a cargo de colectivos y agentes sociales y culturales del barrio.

Uno de esos grupos es el de Cáritas, formado por las cuatro parroquias de la Txantrea: Santa Teresa, San José, Santiago y San Cristóbal. Reparten alimentos, ayudan a las personas que tienen necesidades y realizan una labor de acompañamiento. Bien lo sabe Sagrario Goñi, que lleva cuatro años siendo voluntaria. Junto a otras compañeras de Cáritas y vecinas del barrio, imparte cursos de costura y de cocina a lo largo del año a personas que proceden de diferentes países. Este año han participado alrededor de 35 mujeres.

En el curso de costura les enseñan a arreglar la ropa, algo nuevo para ellas. “Las mujeres en África no pasan la máquina de coser, son los hombres los que lo hacen. Para ellas ha sido un empoderamiento”, explica Goñi. El curso de cocina lo vieron como una necesidad. Las mujeres recibían alimentos de la parroquia, como verduras o legumbres, y “decían que no les gustaban”, pero, en realidad, señala voluntaria de Cáritas, “lo decían porque no sabían cómo se cocinaban”. Ahora combinan productos de España con recetas de sus países. Joy Idemudia está “encantada”, porque ella “también quiere saber hacer esas cosas”. Es de Ghana y lleva más de diez años en España. Además de la costura y la cocina, este año han sacado adelante un proyecto de clases de castellano. “La mayor parte de las mujeres no habían ido a la escuela y no sabían ni escribir”, así que lo que se pretendía era “la alfabetización”, comenta Goñi. Para ello, contactaron con el Centro Público de Educación de Personas Adultas José María Iribarren, que “ha puesto una profesora” que les enseña el idioma. Esto les puede ayudar a resolver uno de sus grandes problemas: encontrar trabajo. “No tienen oportunidades. Lo tienen muy difícil y este curso les ha venido muy bien”, confiesa.

Además de enseñar, para las voluntarias lo más importante es “estar con ellas”, dice Mari Carmen Ucar, que lleva dos años en Cáritas. Y no solo en los cursos, sino que están “a su disposición para todo. También para si algún día tienen alguna necesidad”, asegura. Se implican tanto que hasta llegan a tener “una relación de amistad”, señala Goñi. Uno de los motivos por los que eso sucede es porque llegan a las mujeres “de una manera transversal”, confiesa. Es decir, “no es directa”, sino que van “descubriendo su forma de vida y las dificultades que tienen viviendo con ellas”.

Esa integración social de las personas de otros países en la sociedad es uno de los pilares de la labor de la Unidad de Barrio de la Txantrea, colectivo que trabaja conjuntamente con Cáritas. Para ello organizan actividades como las que se van a realizar el viernes y el sábado. “Se pretende conseguir, no solo que participe la gente del barrio, sino que las propias mujeres participen en la elaboración y planificación de las actividades”, explica Arantxa Vega, Educadora de la Unidad del Barrio de la Txantrea. Este avance tan importante ha ido en paralelo a la evolución de la relación que tienen entre las propias mujeres. “Antes apenas se hablaban entre ellas, ahora se llevan muy bien. Por eso, pensamos que teníamos que dar el siguiente paso, que es hablar con la gente del barrio”, explica Goñi.

El objetivo principal de esta celebración “no es tanto mostrar las labores, sino mostrar las personas mismas y su diversidad y riqueza”, señala. Para ellas, “el empoderamiento es mostrar que saben pintar con henna, desfilar o hacer peinados”. Las actividades están dirigidas a todas las personas del barrio que se quieran apuntar. El viernes 21 habrá música con DJ. El sábado 22, una pasarela de modelos de mujeres locales y de otros países con sus hijos e hijas, que llevarán los vestidos típicos de cada lugar de procedencia, y una degustación gastronómica de platos de once países diferentes, entre otras.