Pamplona - Trece asociaciones del barrio de San Jorge-Sanduzelai, una representación lo más plural posible, que incluye a jubilados, apymas, comerciantes y vecinos, presentaron ayer, vía registro, al Ayuntamiento de Pamplona una propuesta para que se acometa una renovación radical del peligroso cruce del barrio puesto en marcha a finales de los años 70. Su planteamiento, que no deja de ser “una idea” para “sea el Ayuntamiento quien la estudie y la desarrolle a través de un anteproyecto”, busca “darle la vuelta” a esta rotonda que desde hace 40 años “tiene al barrio partido en dos”, y acabar, de paso, con los “problemas de accesibilidad” que estos subterráneos suponen para los vecinos con movilidad reducida y con la “peligrosidad” de tener que atravesarlos por la noche.

Antonio Salinas y Alberto Aristi, miembros ambos de la Asociación de pequeño comercio, hostelería y usuarios de San Jorge, son dos de los impulsores de esta reivindicación que la mayoría del barrio apoya. Porque, como recuerdan al Ayuntamiento, “el barrio ya ha soportado suficientemente el problema del tráfico rodado en la rotonda de la avenida de Navarra, con la avenida de San Jorge, con sus pasos peatonales subterráneos”. Consideran así que, si bien en su día pudieron cumplir “una función” para salvar la Variante, “ahora creemos que es hora de mejorar esta situación”. Por ello, “proponemos una solución integral y definitiva”, consistente en “una zona peatonal de recreo en superficie, quedando la rotonda oculta y soterrada”, como puede verse en la recreación que les ha realizado el arquitecto Carlos Guerra. Antonio Salinas explica que se trata de “darle la vuelta”, y llevar los coches abajo, mientras que la plaza en superficie sería un nuevo centro de vida vecinal. “Acabar con la barrera que parte en dos el barrio”.

Los famosos subterráneos de San Jorge se acondicionaron en el año 1978, dentro del proyecto de la Variante y después de continuas luchas vecinales. En 2009 con los presupuestos participativos se les hizo un lavado de cara, pero hoy, 40 años después, su diseño ha quedado obsoleto. Con su planteamiento, San Jorge señala que “quedarían suprimidas las pendientes actuales, que dificultan la movilidad de sillas de ruedas”, porque, por ejemplo, el “Club de Jubilados se encuentra en uno de los cuadrantes y son evidentes las dificultades de la gente mayor para salvar las rampas”. También plantean “el miedo e inseguridad” que supone ir “por los túneles, más de noche”, y que un nuevo diseño como el que plantean “activaría el comercio”, contribuiría a “reducir el ruido” y se convertiría en una “vía segura para el alumnado de las dos escuelas públicas”, que se encuentran cada una “en un cuadrante diferente”.

La propuesta, que han remitido al alcalde y los grupos municipales, está apoyada por ACODIFNA (Personas con discapacidad física), Asociación de Pequeño Comercio, Hostelería y Usuarios, Club de Jubilados, apymas Sanduzelai, San Jorge e Iparralde, trabajadoras EEII, Adardunak, Umetxea, Asociación Integración Sin Fronteras, Cooperativa propietarios II Fase, Peña Sanduzelai y Sanduzelai Kultura Mix.