Las fiestas en honor al apóstol Santiago ponen fin esta tarde después de la tradicional queimada popular, surgida en tiempo de brujas (según cuenta la leyenda) y que consiste en quemar lentamente el orujo importado desde Galicia, hasta el año que viene tras 4 días cargados de actividades para pequeños y mayores en los que se ha respirado un clima distendido y casero.

Con el lanzamiento del cohete, los gallegos ponían en marcha esta festividad que lleva arraigada en Pamplona desde hace decenas de años. Durante los días posteriores, tuvieron lugar diferentes actos como la chocolatada popular del viernes o el partido de fútbol y el aperitivo del sábado por el que llegaron a pasar más de 1.000 personas.

Desde hace 3 años, varios miembros del Lar Gallego y otros que no lo son llevan organizando un partido amistoso entre solteros y casados, que termina a las 11.30 horas: “El partido no ha aparecido ningún año en el programa oficial de fiestas. Tenemos pensado hacerlo público las próximas fiestas para que quede constancia. Siempre jugamos en la pista de Mendillorri, al lado de Soto Lezcairu. Al terminar, como ya es costumbre, reponemos fuerzas con el aperitivo del mediodía”, aclaraba Carlos Antón, socio del Lar desde 2011.

Francisco Ferreiro, pulpeiro natural de la provincia de Lugo pero afincado en el pueblo de Benavente (Zamora), fue uno de los encargados de preparar y servir el vermú del sábado: “Llevamos desde las 8.00 horas de la mañana cocinando ya que hay productos que requieren un mayor tiempo de elaboración, como el lacón, cuya cocción es de 2 horas y media”, explicaba Ferreiro.

A lo largo del día, las cocinas gallegas vendieron los platos típicos de su tierra como el pulpo (se llegaron a encargar 500 kilos), lacón o los pimientos del padrón acompañados por alguna que otra copa de ribeiro o albariño. “Dentro, estaban 4 personas y colaborando en los puestos exteriores 12 más o menos. Nos hemos fijado, por ejemplo, que en este año se ha puesto de moda llevarse la comida a casa”, apuntaba Ferreiro.

Y es que la gastronomía gallega es degustada por todo tipo de curiosos como Amparo Sánchez, pamplonica y fiel seguidora de estos festejos. “No tengo familia gallega pero desde que me casé, hace ya 20 años, continuó viniendo. Al principio, mi marido y yo y después, con nuestro hijo. Es algo que tenemos muy interiorizado como parte de nuestra vida”, relataba.

La tarde del sábado contó con juegos para los más pequeños y, además, el grupo de danzas navarras Ortzadar fue el encargado de poner el acento musical a un fin de semana que ha concluido con la actuación de Roberto Urritua & Amanecer Ranchero y la queimada en la que María Jesús Rodríguez, presidenta del Lar, fue la encargada de leer un conjuro, como marca la tradición, para espantar a los malos espíritus.