Hace un siglo y tres años que el bloque que ocupa el centro de las viviendas del Grupo Oscoz de la Rochapea está en pie en el cruce entre Marcelo Celayeta y Joaquín Beunza. Algo más de 35 años después le surgieron otros pisos a su alrededor, el Tercer Grupo Oscoz. Próximamente, el Ayuntamiento de Pamplona comenzará con el derribo de este edificio construido en 1917, para crear en su lugar una plaza y rehabilitar las cubiertas y fachadas con envolventes térmicas del resto de viviendas. Será el adiós definitivo de un inmueble, declarado zona vulnerable desde 2015 pero testigo único de la transformación de todo un barrio que ha pasado de ser hortícola y periférico, a urbano y céntrico.

"Yo viví en el portal 5, en el 3º Izquierda. En las cartas teníamos que poner Marcelo Celayeta, Tercer Grupo Oscoz, 5, 3º izquierda, ¡porque si no, no llegaban!", exclama Carmen Martínez de Lizarrondo Elorz, vecina del Grupo Oscoz durante más de 50 años. "Yo era una cría cuando vinimos a vivir aquí", continúa recordando cómo esta fue la primera vivienda en la que residió recién casada, primero de renta "muchos años", dice, y luego ya como propietaria. "Yo he visto cómo le añadieron el último piso, porque al principio solo tenía dos y luego le pusieron el tercero en aquel tiempo", rememora sobre el tercer piso del bloque que lo igualó con su entorno.

Carmen Martínez de Lizarrondo nació no muy lejos de allí, en la esquina de Marcelo Celayeta, donde hoy está la Peña Rochapea, aunque la que fue su casa ya no esté en pie. "Eso era muy antiguo", recuerda. Desde su nueva casa vio transformarse a todo un barrio. Detrás de su bloque, recuerda, estaba la Bodega de Oscoz. "Tenían un chalecillo pequeño y creo que vivían allí. Cuando hicieron las casas seguían teniendo la bodega y pusieron una tienda que daba a Marcelo Celayeta", afirma con todo detalle. Frente a su casa también fue cambiando el entorno. "En frente, donde están todas las casas nuevas ahora, antes había solo dos, dos vaquerías, una carbonería, eran de los Beunzas, y un poco más arriba, los Larrayoz también nos vendían leche", describe.

En su Grupo Oscoz, los años trajeron que el conjunto se deteriorara. "Al principio vivíamos mucha gente que vino de los pueblos", afirma mientras recuerda que en los últimos años el inmueble se abandonó creándose problemas de convivencia. "Estaba previsto tirar para el 2003 o 2005, ahora quedará mucho mejor pero esa casa la dejaron tanto que era vergonzoso lo que había ahí", denuncia Carmen Martínez de Lizarrondo.

un barrio de barrios A pocas manzanas del Grupo Oscoz, en el Ave María, nació algunos años más tarde Carlos Albillo. En su blog Memoriasdelviejopamplona.com, Albillo desgrana el pasado de partes de toda la ciudad con un foco especial en el barrio que le vió nacer. Entonces, dice Albillo, "la Rochapea era un barrio de barrios, estaba el bloque de El Salvador, las casas de San Pedro, el Ave María, y la gente en el suyo hacía vida de pueblo", detalla sobre los primeros núcleos en los que se formó el barrio, dispersos en un principio, salvo por la existencia de algún camino. "Hasta principios del siglo XX no se podía construir "fuera de puertas" por una normativa militar que prohibía que se construyeran viviendas de determinada altura y tenían que ser de madera", afirma Albillo.

A partir de 1950 comenzó la industrialización de Pamplona, y también de la Rochapea. "Se crearon muchas empresas locales que luego pasaron a integrarse en empresas más grandes como Urra, en la avenida de Gipuzkoa, que terminó siendo Bosch, sistemas de frenos".

Las fábricas cambiaron la cara de ese barrio agrícola, aunque remarca Albillo, el desarrollo fue "un tanto anárquico, las viviendas estaban muy cerca de las industrias, algo que hoy sería totalmente impensable, conviviendo con las nuevas y viejas construcciones".

El desarrollo industrial traería a las mismas calles los primeros conflictos laborales, las primeras huelgas. Las antiguas huertas fueron dejando paso hueco a nuevos bloques de pisos, que ya a comienzos de los 90 vertebraron toda la Rochapea actual.

Portales entre dos calles. El Grupo Oscoz lo forman 63 viviendas repartidas en 8 portales de cuatro pisos más planta baja, incluye los portales 4,5,6,7 y 8 (Grupo Oscoz) y Marcelo Celayeta 20,22, 24.

Año 1951 y 1953. El Grupo Oscoz, afirma Carlos Albillo tras consultar el Archivo Municipal de Pamplona, recibió las licencias de construcción en los años 1951 y 1953.

Presupuesto. El presupuesto total de las obras en los ocho portales supera los 1,5 millones de euros.

1917

En 1917, según el Ayuntamiento de Pamplona, se construyó este edifico rodeado posteriormente por el Grupo Oscoz.