PAMPLONA. Representantes de familias afectadas por los cambios impuestos por la coalición de derechas en el modelo lingüístico de tres escuelas infantiles (Donibane, Fuerte Príncipe-Printzearen Harresi y Goiz Eder) de Pamplona han denunciado este viernes "las trabas para estudiar en euskera en toda Navarra y en todos los ciclos formativos".

Cabe recordar que la decisión tomada por el Ayuntamiento de Pamplona supone reducir drásticamente la oferta de plazas en euskera a un centro y medio, 144 plazas, ya que para el curso 2022-2023 sólo habrá plazas en Izartegi (82) de la Txantrea, y 62 más en Goiz Eder (Rochapea), ya que el otro 50% pasa a castellano con inglés, compartiendo el mismo edificio dos modelos educativos diferentes.

"Una cruda euskarofobia que quiere esconder tras el binomio de la oferta y la demanda. No podemos olvidar que estamos hablando de derechos, no somos números, somos personas y en este sentido tenemos derecho a estudiar en euskera en la enseñanza pública", han criticado Itziar Zabalza y Iosu Goñi en rueda de prensa.

También se han referido a la demanda de un modelo D en Mendigorría, a la falta de una campaña institucional de apoyo al modelo D, entre otros. "Una vez más, ciudadanos de segunda".

Los convocantes han asegurado que quieren la opción de estudiar en un modelo de inmersión lingüística en euskera "en todo Navarra y a todos los niveles". A su juicio, "es imperdonable que desde las instituciones navarras no se garantice la enseñanza de nuestro idioma a todos los navarros, es su responsabilidad tomar medidas en favor de la lengua que está en situación minorizada, dar la oportunidad a la ciudadanía de poder aprender más y no poner trabas".

Según han añadido, "podría parecer que estos problemas se limitan a la zona no vascófona o mixta, pero en comarcas como Sakana también hay problemas para poder estudiar Formación Profesional en euskera y en la Universidad Pública de Navarra la situación es también preocupante" ya que, "quitando la carrera de Magisterio, son escasas las asignaturas ofertadas en euskera".

Han concluido señalando que "no estamos dispuestos a retroceder en nuestros derechos" y han anunciado la convocatoria de la manifestación del próximo 29 de febrero para "reivindicar alto que el euskera es un derecho".