- Socio del Mesón de Navarrería y del Caballo Blanco, Amaiur Feliú explica que en el mesón, sin terraza y con aforo limitado, empezarán los socios e irán incorporando al personal -15 empleados en ERTE- paulatinamente. "Levantar la persiana es complicado, y hemos tenido la suerte de que nos paralizaron el alquiler desde el primer momento, que en estos tiempos es de agradecer". Opina que la comida para llevar será "fundamental estas primeras fases, e iremos viendo cómo se trabaja dentro, horarios, afluencia, etc. El miedo marcará bastante al comienzo, luego si los contagios no suben la gente ganará en confianza". En cuanto al Caballo Blanco, pensaban abrir mañana la terraza, pero es probable que el tiempo no acompañe y esperen. Cuando lo hagan "con tanta distancia de una mesa a otra necesitaremos bastante personal". Y no cree que a la gente le asuste el contagio "al darse separaciones muy marcadas entre mesas". /Foto: