"La floristería es mi vida y las flores son mi pasión". Ygnacio Guillén, de familia florista, nació rodeado de naturaleza. Con 17 años descubrió el arte floral y a partir de ese momento empezó a formarse en diferentes escuelas nacionales. A partir de ahí llegaron numerosas demostraciones y concursos nacionales e internacionales, donde su sello personal consiguió importantes premios y reconocimientos profesionales, tanto en Navarra como a nivel nacional. Esta trayectoria vertiginosa le llevó a participar en prestigiosos eventos, como la decoración de la Boda Real y la visita del Papa en Valencia. Es en 1998 cuando comenzó su carrera profesional en la tienda, "es una extensión de mi pasión por las flores. Es un trozo de mí y de mi forma de decorar", revela. Ygnacio ha recibido por segundo año consecutivo el reconocimiento de Wedding Awards por ser una de las empresas más recomendadas y mejor valoradas por las parejas del portal Bodas.net. "Para nosotros el premio de verdad es que las parejas nos recomienden y opinen así de nosotros", añade. El florista destaca el papel tan importante que juega la decoración de las flores en una boda: "En los eventos puede coincidir el lugar pero es la decoración lo que aporta personalidad y carácter al evento". Él se siente como el "intermediario" entre la pareja y las flores, ya que cuando los invitados llegan a la ceremonia siempre van a pensar en el buen gusto de los protagonistas y no en los encargados de la decoración.

Asimismo, insiste en la importancia de las flores, "cada flor tiene su lenguaje propio y con cada una de ellas se transmite un mensaje diferente". Su experiencia le lleva a hacer lo que cada cliente quiere a través de la decoración de las flores. Porque hay flores para cada persona y para cada momento. "Regalar flores es regalar sentimientos", explica.

Además, en tiempos de pandemia son muchas las personas que se han animado a regalar ramos como una forma de "mandar abrazos y besos". "Lo que más nos impacta es la expresión de alegría de las personas cuando reciben las flores en casa", añade. Es en estos momentos de crisis, tan duros, cuando muchos de los clientes se han dado cuenta de lo que realmente transmiten las flores. Durante el confinamiento Ygnacio ha detectado que mucha gente quería tener flores en casa, incluso personas que no habían comprado nunca. "Uno de nuestros lemas es que las flores son las transmisoras de nuestros sentimientos, y qué bonito ver que nuestro eslogan se hace realidad", admite. Las flores que más se han comprado son ramos campestres, ramos hechos a base de eucaliptus, margaritas, astromelia, enryngium (cardos pequeños azules), verónicas, rosas y por supuesto las peonías, es decir sobre todo flores silvestres. Ya que no se podía salir, el cliente quería un "trocito de naturaleza". "A veces no sabían explicarnos qué es lo que querían pero nosotros lo captamos enseguida", apunta Ygnacio. Tiene dos fuentes de inspiración, una es la naturaleza, las estaciones, que cada época de año es diferente para las flores. Y luego, es muy importante la moda, sobre todo en tema de colores, la tendencia marca el estilo. "Sobre todo en las bodas, las parejas vienen con mucha información fotográfica de las redes sociales y más o menos ya saben lo que quieren", abunda quien asegura que se expresa mejor con las flores que con las palabras. "Para mí, este trabajo es una forma de comunicarme y transmitir de una forma diferente".