- El centro socioeducativo Ikaskide ha sido premiado por la peña Anaitasuna con la Pancarta de Oro 2020 en su decimotercera edición. Es un reconocimiento que se concede todos los años a entidades que destacan en su labor solidaria. En este caso, uno de los voluntarios de Ikaskide y miembro de la peña Anaitasuna, Rubén Pérez, decidió presentar a la organización para este galardón de solidaridad.

El acto de entrega se celebró ayer en el local de la peña Anaitasuna. Aitor Etxeandia fue el representante de Ikaskide encargado de recoger el cheque de 600 euros, la placa y los pañuelos de la peña. Le acompañaron otros miembros como la profesora y monitora, María Ansó, o los voluntarios Roberto Zabalza y Marga Ramos. Ansó confesó emocionada que el mero hecho de que hubieran pensado en ellos para este homenaje les hizo mucha ilusión: “Para nosotros es como un reconocimiento de la gente de Pamplona al trabajo que estamos haciendo”. Asimismo, con motivo del Día Mundial de los Refugiados, Mina El Hayil y Romina López Silva contaron su historia de cómo llegaron a España desde Marruecos y Venezuela, respectivamente, y su paso por la organización de Ikaskide.

La llegada del coronavirus hizo que el colectivo se reinventase para seguir ayudando a sus miembros. Ikaskide centró su atención en el apoyo escolar de secundaria. Para ello, pusieron a disposición de cada alumno un voluntario, con el fin de que pudieran tener ese soporte durante el confinamiento y de cara a los exámenes. Asimismo, mantuvieron contacto telefónico constante con las familias para conocer su situación.

Por otro lado, el asesoramiento jurídico y la ayuda que ofrecen para obtener la nacionalidad española tuvo que detenerse, ya que los usuarios no disponían de ordenadores o conexión a Internet para poder seguir las instrucciones. Para suplir estas carencias, desde la asociación, se prepararon unas charlas relacionadas con los alquileres y la situación actual de las regulaciones administrativas. Ansó relató que en estos momentos las familias viven un momento complicado, porque tienen hijos en casa de los que cuidar y no siempre pueden ir al centro.

Ikaskide ha decidido lanzarse con un nuevo proyecto en sustitución de los campamentos urbanos. Este año serán 2 semanas con actividades lúdicas y educativas por la mañana dirigidas a los más pequeños. La monitora comentó que ven que lo que necesitan los niños es “salir a la calle, jugar y correr, porque no todas las familias están en su mejor situación”.

“Para nosotros es un reconocimiento de la gente de Pamplona”

Monitora de Ikaskide