- El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, aseguró ayer que, tras la suspensión de este año, en los próximos Sanfermines “hay que hacer algo especial” y hay que trabajar para que sean unas fiestas “dobles”, en las que “nos podamos resarcir de todo el sufrimiento”. Maya declaró que los de este año deben ser “unos Sanfermines de homenaje a los que tanto han hecho por todos, personal sanitario especialmente”.

En 2021 “va a ser muy emotivo, y tenemos que medir todo muy bien y tiene que ser el punto de partida de lo que queremos para Sanfermines, eliminando lo negativo y potenciando lo positivo”, dijo. Y agradeció “la reacción de la inmensa mayoría de los ciudadanos, por supuesto de los partidos políticos, asociaciones de hostelería y todos los implicados por la suspensión. Me he sentido muy apoyado”.

Tras reconocer que el temor a las aglomeraciones “está ahí”, el alcalde subrayó que “confías en la responsabilidad de la gente y tienes temor de que una parte no cumpla. Estoy preocupado, mentiría si dijera que estoy tranquilo. No puedo estarlo porque hay incógnitas”, si bien “está todo organizado” para que no problemas. Y dijo que se va a trabajar “siempre con mucha ponderación y mucha mano izquierda, para que no haya aglomeraciones, pero desde el sentido común y explicando a los ciudadanos lo que tienen que hacer”.

El alcalde consideró que la imagen de Pamplona “está muy en juego” y “lo que ha sido siempre un orgullo, que a las 12 del día 6 seamos el centro del mundo, es una preocupación. Lo que se transmita ese día trasciende a todo el mundo. No son unas fiestas cualquiera, por lo tanto no son unas ‘no fiestas’ cualquiera”. Le preocupa la imagen que transmita Pamplona, porque “si esto se hace bien, vamos a ser una ciudad admirada a nivel mundial”, pero “si se hace mal y acaba mal, nuestra imagen va a acabar dañada”.