- Los bares y parques del barrio de la Rochapea amanecieron ayer tranquilos, pero con bastante gente en el primer día de los no Sanfermines. Un gran número de cuadrillas madrugaron para preparar almuerzos autogestionados y otras muchas escogieron comer en bares del barrio para no subir al centro de Pamplona.

Jone López, Haizea Sanmiguel, Nahia Zubiate, Aroa Berrenetxea, Irune Garaikoetxea, Nora Mendia, Jone García y Saioa Navarro celebraron el prechupinzazo con un almuerzo en el parque de los Enamorados. "Hemos preparado tortilla de patata, chistorra, fuet, chorizo y aceitunas", comentaron a coro las ocho chicas. A las 12 del mediodía la cuadrilla rememoró el Chupinzado pasado, "a menos cinco hemos puesto el cohete de 2019 en el móvil y a las 12 lo hemos celebrado, pero con las medidas sanitarias pertinentes", comentaron. Además las chicas, de entre 15 y 16 años, no pensaban en subir al centro de la ciudad por la crisis de la covid. "Si queremos que el año que viene haya Sanfermines tenemos que respetar las medidas de seguridad, así en 2021 se celebrarán", contó una de las chicas.

La cuadrilla de Ilenia Rodríguez, Naroa Lekuona, Andrea Laiglesia, Lorea Garzaron y Oskia Tollar celebraron con "mucha pena y lloros" la mañana acompañándose de unas patatas y unas cervezas, también en el parque de los Enamorados. "En comparación con otros años el barrio está bastante pobre, pero el ambiente es tranquilo", dijeron.

Otras personas optaron por los almuerzos en bares, pero también en el barrio de la Rochapea como es el caso de Amaia Aldaba, Olatz Pino, Adriana Silvela, Itziar de Miguel y Nerea Ciaurriz que comieron huevos fritos en el bar Beroa. "El año pasado celebramos el Chupinazo en San Juan, pero hoy no queríamos subir al centro por la situación en la que estamos", explicaron.

Al igual que ellas, Javier Mutilva, Juan Cruz Urbiztondo y Miguel Fernández almorzaron en un bar de la Rochapea, pero con una perspectiva más negativa. "Con la situación que hay se podrían haber dado las fiestas porque cualquier sábado por la tarde hay más gente que hoy", expresó un miembro de la cuadrilla. En una situación tan excepcional y ante la diversidad de planes, el barrio de la Rochapea disfrutó de un día tranquilo en el que la mayoría vestían de blanco porque como expresó esta cuadrilla: "Vestir de blanco es una forma de no dejar morir los Sanfermines, respetando y sin molestar a nadie".