Las medidas tomadas en el mercadillo de Landaben desde su reapertura el pasado 17 de mayo han permitido que durante este tiempo (exceptuando los meses de julio y agosto, en los que habitualmente no se celebra) se haya podido mantener el servicio cada domingo con 58 puestos en servicio.

Un mando y dos agentes de Policía Municipal de Pamplona y ocho miembros de protección civil aseguran que el aforo en el interior del recinto no sobrepase en ningún momento las 650 personas, y los puestos están distribuidos de tal manera que garantizan el distanciamiento social entre los asistentes.

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, ha explicado esta mañana en la comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Pamplona las medidas que se han tomado en el mercadillo de Landaben desde que la situación de la alerta sanitaria permitió su reapertura el pasado 17 de mayo.

Desde ese momento el recinto fue perimetrado, y accesible desde cuatro puntos desde los que en todo momento se controla el aforo, que en ningún momento puede superar los 650 asistentes. Cada domingo, un equipo formado por un mando y dos agentes de Policía Municipal y ocho miembros de protección civil se encargan de la organización que permita el cumplimiento de esta norma.

Inicialmente solo se permitió la instalación de puestos de alimentación, a los que posteriormente se sumaron los tres de flores y los dos de ferretería que habitualmente acuden al mercadillo de Landaben. De momento, y debido a los posibles riesgos de transmisión del virus, se ha desestimado la presencia de otro tipo de vendedores. De esta manera, son 58 los que cada mañana de domingo ponen a la venta sus productos en Landaben.

Medidas de seguridad en cada puesto para garantizar una zona segura

Para evitar el riesgo de contagio, todos los puestos se encuentran separados frontalmente por una vía de tránsito de como mínimo cuatro metros y medio que garantiza el metro y medio de distancia interpersonal entre las personas usuarias. En cada puesto se ha establecido un circuito de entrada y salida de las personas compradoras para minimizar los contactos y los riesgos, así como una distancia de separación de cuatro metros entre los laterales de cada stand. No está permitido que las personas usuarias puedan transitar entre los laterales de los puestos.

Está prohibida la venta en modo de autoservicio y las personas que atienden también deben mantener una distancia de separación entra ellas de dos metros. Además, se han establecido medidas generales de higiene como llevar el pelo recogido y/o gorro, uñas cortas y cuidadas, evitar anillos, pulseras, relojes de muñeca y mascarilla. Después de cada venta, se desinfectarán las manos o guantes, en su caso, con gel o solución hidroalcohólica desinfectante. Los puestos deberán contar con dispensadores de gel desinfectante para uso tanto de las personas vendedoras como de las personas usuarias.