El Ayuntamiento de Pamplona está realizando pruebas piloto con distintas alternativas y ha puesto en marcha en la Rochapea el primer paso de peatones 'verde', que consiste en la creación de una zona ajardinada en el espacio que ocuparían las plazas de aparcamiento anteriores a los pasos.

Esta prueba piloto se lleva a cabo en la calle Virgen del Río, en el entorno de la biblioteca y el Museo de Educación Ambiental y, según explica el Ayuntamiento, aporta una solución basada en la naturaleza que impulsa la adaptación al cambio climático integrando un sistema de drenaje urbano sostenible aportado por un pequeño jardín sin riego.

Así se garantiza el filtrado del agua de lluvia al terreno, favoreciendo su ciclo natural y su limpieza antes de que vuelva al acuífero, y se previenen las inundaciones reduciendo la escorrentía en momentos de lluvias intensas -cada vez son más frecuentes debido al cambio climático-.

Además, añade, se incrementa el espacio verde urbano y su capacidad de refrescar el ambiente, lo que beneficia la salud de las personas y previene el efecto de 'isla de calor' urbana.

Con esta solución, según señala, además de incrementar la calidad ambiental, se contribuye a la sostenibilidad social gracias a la mejora del espacio urbano y se cumple con el criterio de sostenibilidad económica, ya que se trata de una intervención de bajo coste tanto en la ejecución como en su mantenimiento.

Este último punto cobra especial interés si se tiene en cuenta que las intervenciones en pasos de peatones se deben generalizar al conjunto de la ciudad. Según la auditoría realizada por el Consistorio en agosto de 2019, la ciudad cuenta con 2.627 pasos de peatones, en los cuales se precisa realizar 2.107 intervenciones.

Esta iniciativa responde a la necesidad de eliminar obstáculos visuales en los cinco metros previos a los cruces peatonales, derivada de la entrada en vigor de la Ordenanza de Movilidad en agosto de 2019.

Esta alternativa se suma al 'modelo de ganancia peatonal', que ya fue puesto en marcha en Pamplona en junio en cinco pasos peatonales de las calles Bergamín y Navarro Villoslada.

Las dos soluciones, según el Ayuntamiento, permiten garantizar la seguridad peatonal incrementando la visibilidad en los cruces y calmando el tráfico, y ponen en valor ese espacio ganado al coche para el disfrute peatonal y la mejora de la calidad urbana.

El Ayuntamiento está proyectando actualmente los puntos de la ciudad en los que aplicar las distintas soluciones de pasos peatonales con aumento de visibilidad, incluyendo, además de los modelos de 'pasos verdes' y 'pasos con ganancia peatonal', un tercero en el que el espacio se mantiene como calzada dotándole de elementos como aparcabicis y aparcamientos para motocicleta.

Con esta opción, generalizada ya en los barrios de la Rochapea e Iturrama, también se respetan las limitaciones de distancia previstas en la Ordenanza de Movilidad.