Ante las cifras terribles de que, cada año, 4,5 billones de colillas de cigarrillos acaban contaminando el medio ambiente, EH Bildu plantea que el Ayuntamiento de Pamplona asuma compromisos reales para situar a la ciudad en la senda de la transición verde.

Para ello la coalición soberanista ha presentado una propuesta de declaración ante Urbanismo en la que se reclama al equipo de gobierno que diseñe e implemente una campaña de sensibilización sobre el daño medioambiental que supone arrojar las colillas de cigarros al suelo, con inclusión de aspectos de prevención y recogida.

En concreto se plantean tres acciones: incorporar a esa campaña el reparto de ceniceros portátiles y la instalación de ceniceros públicos específicos; trabajar espacios de colaboración con la hostelería en el espacio de las terrazas y señalar el entorno de alcantarillas con mensajes que recuerden que son la puerta de acceso a los ríos y al mar “y lo que se arroja al suelo contamina el medioambiente fluvial y marino”.

Asimismo, se plantea que el Ayuntamiento traslade a la Mancomunidad de Residuos de Pamplona esta preocupación para “valorar espacios de colaboración para el reciclaje de las colillas de cigarro”. “Se ha comprobado que el material del que están hechas la mayoría de las colillas es acetato de celulosa, material plástico que no es biodegradable y que puede tardar entre 8 y 12 años en desaparecer”, explica el texto de EH Bildu.

“Las colillas retienen numerosas sustancias como cadmio, arsénico, nicotina, tolueno, y otros componentes como el metanol, ácido acético, amoniaco, ácido esteárico y alquitrán, sustancias que cuando entran en contacto con el agua, se liberan en el medio, teniendo efectos devastadores en la naturaleza”, añade. “Tirarlas al suelo es tirarlas al mar”, concluye. “Es fundamental informar y alertar a la ciudadanía del problema que supone este residuo; crear una concienciación ecológica y medioambiental por medio de campañas informativas y de sensibilización”, propone la coalición.

“Para poder reciclar las colillas, algo que compete a la Mancomunidad, primero sería necesario evitar que se arrojen al espacio público fomentando ciertas medidas que promuevan su depósito en lugares diseñados para ello”. Los ceniceros portátiles y los públicos serían dos de las propuestas posibles.