Decenas de personas han acompañado este domingo a los familiares de seis víctimas de ETA asesinadas en Pamplona en el homenaje organizado por el Ayuntamiento para subrayar su "dignidad democrática" y colocar sendas placas de recuerdo en los lugares donde perdieron la vida.

Ha sido el tercer acto de estas características que organizará el consistorio hasta completar las placas con el nombre de las víctimas de ETA en la ciudad, hoy en presencia de familiares y amigos, de representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo, así como de otras autoridades como la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, y el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti.

Con el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, al frente, también han acudido representantes de las formaciones Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos), PSN y Geroa Bai, así como los principales mandos de los cuerpos de Policía Foral, Policía Nacional, Policía Municipal de Pamplona y de la Guardia Civil.

En cada uno de los lugares, en emotivos actos, han intervenido los familiares de los homenajeados, quienes no han obviado claras críticas al Gobierno foral por su relación con EH Bildu, "el brazo político" de la banda que asesinó al militar y ex-jefe de la Policía foral de Navarra, José Luis Prieto; los guardias civiles Juan Atarés y Julio Gangoso; al trabajador del aeropuerto de Noáin Jesús Blanco; y a los policías nacionales Juan José Visiedo y Tomás Palacín.

El alcalde Enrique Maya ha ofrecido "nuestro apoyo y respeto" a las familias y ha recordado a las víctimas conocidas y también a "las que no tuvieron reconocimiento en su momento", ha dicho para "exigir colaboración para esclarecer todos y cada uno de los asesinatos".

Esa primera parada ha sido en recuerdo de José Luis Prieto García, asesinado hoy hace 40 años en el lugar donde su hija Paz Prieto ha dado las gracias por su presencia a las cerca de 200 personas congregadas y al Ayuntamiento por este proyecto, "una necesidad que teníamos las víctimas" y que se lleva a cabo "con respeto, sensibilidad y cariño, justo lo que necesitábamos".

Así, ha asegurado que a su padre lo asesinaron los etarras, pero "también, y esto se dice menos, los que animaron a la banda con su apoyo y aliento", y ha criticado que ETA en 2011 "a cambio de dejar de matar pidió que se les abrieran las puertas para poder entrar en las instituciones políticas, universidades, foros de opinión y de decisión".

"Poco a poco, inexorablemente, sin prisas, sin retrasos, el pacto se va cumpliendo" con la presencia de la izquierda abertzale en estos foros, algo que es "una tortura añadida" para las víctimas, ha dicho una Paz Prieto muy crítica que, ante Chivite y Arasti, ha afeado que "quienes no tienen el corazón anestesiado se podrán imaginar cómo nos hace sufrir ver al Gobierno de Navarra y al de España pactar acciones de Gobierno con Bildu, el brazo político de ETA", lo que ha arrancado el aplauso de muchos de los presentes.

Poco después, la comitiva se ha desplazado hasta el lugar de la Vuelta del Castillo donde fue asesinado Juan Atarés, cuyo nieto Luis ha dado las gracias en nombre de la familia por el homenaje, y ha recordado que las víctimas fueron "durante años olvidadas y casi menospreciadas".

También él se ha referido a la actual situación política, donde hay dirigentes que "manejan nuestras instituciones como si nunca hubiera pasado nada", ha criticado.

Similares actos, en los que se ha inaugurado su correspondiente placa ante el aplauso de los presentes con la entrega de ramos de flores a familiares y el rezo de un responso en su memoria, se han sucedido en los otros tres lugares de Pamplona donde murieron en atentado las otras cuatro personas hoy homenajeadas, actos que se repetirán con otras víctimas en próximas semanas.