En noviembre, un temporal con fuertes ráfagas de viento azotó a los ocho equipos preventivos de Pamplona y barría de un plumazo más de dos décadas de trabajo comunitario con niños, niñas y adolescentes de Iruña.

Navarra Suma y PSN habían fulminado sin ningún tipo de negociación los Servicios de Acción Preventiva Comunitaria (SAPC), rescindieron los contratos de las asociaciones de barrio y crearon -en medio de una gran polémica- Coworkids, el nuevo programa de infancia gestionado directamente por el Ayuntamiento de Pamplona.

Para que no se olvide la tempestad que padecieron, las asociaciones de infancia-adolescencia han grabado el documental Galerna, una obra que se estrena el jueves 10 de junio a las 19.00 horas en los cines Golem Baiona y que revive la tormenta que arruinó 25 años de trabajo en los barrios.

Los protagonistas de Galerna son todas las personas que guardan un vínculo con alguna de los ocho colectivos de infancia-adolescencia: Asociación Bideberri de Mendillorri, Federación Batean de Rotxapea, Federación SiñarZubi de Txantrea, Asociación Aldezar, Asociación Yoar de Arrosadia-Azpilagaña, Asociación Etxabakoitz Bizirik, Asociación Buztintxureando Txuri y Asociación Umetxea Sanduzelai.

Es una obra creada desde la voz de las familias, las educadoras comunitarias, las niñas y niños, los colectivos comunitarios, los profesionales de las instituciones y las técnicas municipales de infancia y familia”, explica Beatriz Cruz, productora del documental y técnica de la Asociación Buztintxureando Txuri.

Además, el documental cuenta con el testimonio de Miriam Arregui, la responsable del Programa de Infancia del Ayuntamiento de Pamplona, que dimitió por el cambio en el modelo de gestión.

El objetivo del documental, señala Beatriz, es triple: dar a conocer todo lo acontecido de la boca de los propios protagonistas, defender su modelo de gestión y dejar claro que siguen en activo a pesar de la suspensión de sus contratos. “Nos hemos tenido que reinventar, pero aquí seguimos, haciendo escuela de barrio”, indica Beatriz. Galerna dura 30 minutos y tras su paso por los Golem harán un tour.

Navarra suma y PSN, de la mano

Los distintos colectivos creen que se cambió el modelo de gestión y les rescindieron los contratos por motivos puramente ideológicos. “Navarra Suma no va a permitir que los barrios gestionen los servicios públicos. Consideran que nuestra sociedad es jerárquica, en la que existen unas personas que mandan y los demás obedecemos”, reflexiona Alberto Jauregui, miembro de Umetxea Sanduzelai. En la misma linea apunta Beatriz: “No querían que hubiera un servicio comunitario donde se juntasen personas de diferentes clases sociales y culturas”, asegura. Por todo ello, afirman que se puso en marcha una “operación política” para crear “una estructura sobre la que tener el control total”.

El PSN también recibe las críticas de estos colectivos. Los socialistas defendieron el cambio de modelo porque, según ellos, la acción de los equipos preventivos se limitaba al área de ocio y tiempo libre. Sin embargo, recuerdan que el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Navarra “reconoció que nuestro trabajo fundamental era la prevención y protección comunitaria de los niños y adolescentes”.

Verano con actividades

Los colectivos confiesan que todo el proceso lo han vivido “desde una impotencia terrible porque hemos colaborado en la educación de nuestros vecinos más pequeños. Y que no se reconozca desde las instituciones da mucha rabia e impotencia porque desde las asociaciones estamos convencidos de que hemos hecho muy buen trabajo”, relata Alai Rey, de la federación Siñar Zubi.

Además, subrayan que en algunos barrios, como Etxabakoitz, el Ayuntamiento puso trabas para acceder a locales públicos. “No solo nos retiraron los contratos. El ataque también venía con dificultades para utilizar espacios públicos”, expresa Iosune Etxeberria, voluntaria de Etxabakoitz Bizirik.

A pesar de las dificultades que han atravesado, los colectivos mantienen gran parte de su actividad y chavalería. “No hemos notado la entrada de Coworkids porque los txikis siguen viniendo. Además, hemos notado, más fuerte si cabe, el apoyo de las familias durante todo el proceso de lucha y en el momento de reinventarnos para seguir ofreciendo el mismo servicio que las familias nos piden y que creemos que es indispensable”, relata Yessenia Puche, técnica de Buztintxureando.

Hemos notado incluso más afluencia. En algunos casos hay listas de espera”, incide Alai. Según estos colectivos, Coworkids no funciona y hay “muy baja” participación porque “los educadores comunitarias, que son la esencia, han desaparecido”, defienden. “Es una cáscara vacía que no tiene nada detrás”, insiste Alberto.

Para mantener su actividad, han buscado vías alternativas de financiación. “Estamos redactando proyectos sobre todo al Gobierno de Navarra, que creemos que nos pueda dar esa financiación. Además, de cara al verano, los ocho colectivos van a organizar una serie de actividades: ludoteca, campamentos, piscina e incluso salidas a la playa si la situación sanitaria lo permite.