¿Qué vacuna le tocó?

-La de Pfizer. Me la pusieron por ser profesor en activo y a los cuatro días les tocó a los de mi franja de edad. Como ya pasé el virus en marzo del año pasado, cuando murió mi madre, sólo me pusieron una. A efectos prácticos ya tengo la pauta de vacunación completa.

¿Tendrá entonces sus vacaciones programadas?

-Pues sí (suspira). Vamos a poner unos kilómetros de por medio y nos vamos al sur. Con ganas de desconectar, cambiar de aires y leer mucho. No soy mucho de playa, pero sí de vacaciones en la playa. Tengo muchas, muchas ganas.

¿Su futuro político ya lo tiene aclarado? El año pasado dejó caer que podría repetir como candidato.

-En realidad no he dicho nunca si voy a seguir o no. Me gusta responder a lo que me preguntan, me parecería una falta de respeto no hacerlo, pero hay cosas que todavía no estamos en disposición de contestar. Para repetir se tienen que dar dos factores: que yo diga que sí y que al partido le interese. En lo que a mí se refiere es una decisión familiar y no sería respetuoso por mi parte adelantar algo sobre lo que no hemos hablado. Y también le tiene que interesar al partido, ya se verá. Faltan dos años todavía, pero mi compromiso con EH Bildu es total en esta legislatura.

Si tuviera que tomar una decisión en 24 horas, ¿que diría?

-Al ataque.

Acabamos de atravesar el ecuador de la legislatura, en la que se ha pasado de un bloque de progreso que en el primer año marcó el rumbo a Navarra Suma a un acuerdo entre Maya y Esporrín en este segundo. ¿Qué pasó en este intervalo?

-No pasó nada. Efectivamente, la legislatura tiene dos partes bien diferenciadas. Una primera que duró 18 meses, donde las fuerzas del ala progresista tuvimos la oportunidad de acordar a tres los grandes temas municipales y marcar el paso a la derecha, pero después acordaron, no sé sin con firma o sin ella, lo que consideramos un pacto de gobierno encubierto. Esporrín decidió dar oxígeno a Maya. Ahora mismo estamos en una fase en la que escenifican que riñen en público, pero luego pactan en privado. Riñen en cuestiones de índole menor, como el problema con la sobrepoblación de palomas, los gatos, las ratas o los castores, y acuerdan en lo importante, como son los Presupuestos. Es una escenificación de primero de política.

¿Tiene asumido que el pacto no tiene pinta de romperse, al menos este año?

-Eso parece y cuando se acerque el final de la legislatura, en el último año, el PSN querrá otra vez escenificar que se va a la oposición e imagino que Maya tendrá dificultades para aprobar el Presupuesto. Pero de momento, esto ha traído la vuelta a las redes clientelares de la derecha, con su costumbre de favorecer a familiares, a empresas de familiares o a empresas de excargos de UPN. Me resulta increíble, es la vuelta del PSN a los peores años de Barcina, cuando casualmente Esporrín era la encargada de pactar con ella.

Y cuando los socialistas decidan que es el momento de volver a la oposición ¿les recibirán con los brazos abiertos?

-Nuestro interés es poner coto a los desmanes de la derecha. Hemos lanzado muchos ofrecimientos en este sentido al PSN, pero cada vez que acuerdan con la derecha se pone de manifiesto ante la sociedad pamplonesa que no son una fuerza de cambio real. No hay que olvidar que ellos facilitaron la vuelta de Maya a la Alcaldía cuando era posible evitarlo y todavía siguen en la misma vía.

Al PSN no le va tan mal, le está sirviendo para sacar adelante todas las propuestas que exigen a Maya.

-Sí. Resulta curioso que el precio que ha tenido que pagar Maya para ganarse ese apoyo le haya obligado a recuperar los proyectos que dejó el cuatripartito, como la amabilización, el corredor sostenible de Pío XII o Padre Moret, tal y como los dejamos.

¿Qué balance hace de estos dos años de legislatura?

-Voy a dar unos datos para ver el trabajo que hemos hecho. Por ejemplo, hemos conseguido que se aprueban cerca de 250 iniciativas en las tres Comisiones de Presidencia, Asuntos Ciudadanos y Urbanismo y en los Plenos. Son el 90%, mientras que Navarra Suma sólo ha podido aprobar el 2%. Se pone de manifiesto con claridad cuál es la fuerza más dinámica y la más propositiva del Ayuntamiento. En la crisis de la pandemia se pudo comprobar la responsabilidad que demostramos, apoyando iniciativas buenas para la ciudad y planteando ideas nuevas, como los bonos de comercio, pese a que Navarra Suma haya tratado de apropiarse de la iniciativa, o el plan de choque a favor de la hostelería. Las aprobamos estando en la oposición y eso tiene su valor.

No han podido impedir que se vaya a levantar una nueva zona comercial, la de la avenida Zaragoza.

-Resulta curioso que después de haberse pegado toda la legislatura anterior acusándonos de acabar con el comercio local ahora Maya quiere montar la enésima gran superficie comercial, lo que nadie quiere, comenzando por los comerciantes. No tiene en cuenta lo mal que lo están pasando los comercios de Milagrosa, Azpilagaña e Iturrama y siguen empeñados en las grandes superficies, pese a que el empleo y la riqueza de los barrios proceden del pequeño comercio.

Todas las asociaciones de comerciantes de Pamplona se han opuesto al proyecto.

-Hay que reconocer que Maya tiene la gran virtud de conseguir unanimidades en su contra, como sucedió con los 'No Sanfermines'. Fue irresponsable por su parte decir que la gente prefiere las grandes superficies porque los precios son mejores que en el comercio local. En la mayoría de los casos Maya suele decir lo conveniente, pero seguramente en este caso dijo lo que pensaba.

Tampoco ocultan la estrategia contra el euskera. Lo demuestran cada vez que se presenta la ocasión.

-De entrada hay que decir que estos desmanes en política lingüística y la vulneración de derechos no habrían sido posibles sin el apoyo del PSN, que respaldó una modificación de la ordenanza del euskera más restrictiva que la de 1997 y que se encuentra ahora con que ni tan siquiera esa cumplen.

Las últimas resoluciones del Tribunal Administrativo de Navarra contra la discriminación al euskera se han conocido estos últimos días: una por eliminar los calendarios bilingües y la otra por aquel pañuelo que colgaron en la fachada consistorial en julio del año pasado.

-Estaba clarísimo que aquel pañuelo gigante vulneraba la ordenanza y discriminaba al euskera. No hace falta que venga un juez para decir que se incumplía ordenanza, es que se veía. Afortunadamente hasta la Justicia ha venido a decir que no la están cumpliendo. Es el enésimo varapalo que se lleva Navarra Suma en materia de política lingüística.

Pero aquí parece que se puede vulnerar constantemente la ordenanza y discriminar el euskera sin que pase nada.

-No pasa nada, es verdad, pero cuidado. Si vuelve a ocurrir algo así en estos Sanfermines después de las resoluciones judiciales que hemos tenido pensamos que ya se estaría traspasando la línea de la prevaricación. Hay cosas que no se pueden hacer y nosotros lo denunciaremos donde haga falta. Ya saben que incumplen la ordenanza, pero si vuelven a colocarse un pañuelo o carteles en soportes diferentes para arrinconar al euskera lo denunciaremos.

Por cierto, ¿qué tal se le da el ajedrez?

-Se me da bien. Sé mover las piezas, pero saber jugar es otra cosa.

¿Y la hípica?

-No tengo especial afinidad con la hípica. Lo más cercano es que hice la mili en Caballería, pero no vi ni un caballo en toda la mili (se ríe). De cualquier manera, resulta muy significativo que en un verano que es páramo cultural y con las fiestas suspendidas todo lo que tiene que aportar Maya sea un torneo de ajedrez, ¡ojo! online; y un concurso de hípica absolutamente elitista, para ir allí con sus pamelas y sus trajes a lucir el palmito y a que venga gente de fuera. Hemos propuesto que con ese dinero se instalen 10 carpas en los barrios para promover actividades para todas las edades y no gastarlo en la hípica.

¿Cree que nos llegaremos a enterar del coste que generará a las arcas municipales promocionar un torneo de 2 semanas de duración y con unos 200 caballos participantes?

-Nos vamos enterando de lo que puede suponer. Desde el servicio de jardines nos dicen que este tipo de actividades en una zona ajardinada es poco menos que insoportable. Hay que añadir además toda la infraestructura que requiere, con boxes, vehículos para el traslado de los caballos o los establos que habrá que montar. Si este concurso tiene la pretensión de repetirse otros años, cosa que yo dudo mucho, sería condenar esa zona a un desastre. Lo que sí espero es que la concejala María Caballero nos informe de una vez cómo piensan pagar el evento.

Se ve que hay un especial interés por esta especialidad, ya que por primera vez el Ayuntamiento ha incluido este verano campamentos infantiles de hípica.

-Hombre claro. Nos vamos enterando de cosas, de quién ha puesto el tema encima de la mesa. Se impulsa un concurso de hípica cuando el concejal Juan José Echeverría forma parte de la junta de la Federación de Hípica y sabemos que antes de que se adjudicara el proyecto, la empresa de una exconcejala y exparlamentaria de UPN lo estaba anunciando en su página web. No hace falta ser Sherlock Holmes para ver qué pasa con la hípica, es la vuelta a los chanchullos de la derecha. Y dar alas a Maya trae la proliferación de este tipo de redes clientelares.

LAS FRASES

“Hemos lanzado varios ofrecimientos al PSN, pero cada vez que pacta con la derecha se ve que no es una fuerza del cambio”“Saben que no cumplen la ordenanza del euskera, pero cuidado, si vuelve a ocurrir lo del pañuelo rozará la prevaricación”“En estos 2 años de legislatura se ha puesto de manifiesto cuáles la formación más dinámica y propositiva”