- El comité de empresa de TCC (Transports Ciutat Comtal), adjudicataria del transporte urbano comarcal de Pamplona, llamó ayer a los trabajadores del servicio de villavesas a un paro de cuatro horas para mostrar su rechazo al "descuelgue" del convenio colectivo por parte de la empresa y aplicación de la reforma laboral.

Una huelga que la mayoría de la plantilla apoyó firmemente, asegurando que se sienten "desprotegidos" ante los casos de agresión que sufren y por los que "apenas ven respuesta por parte del Gobierno", señalaron.

El paro se convocó a raíz de las últimas agresiones ocurridas hace unas semanas, en donde un conductor fue golpeado y dos conductoras sufrieron intento de robo. "Queremos que se nos escuche y que se dé a conocer esta realidad que sufrimos las y los chóferes", afirmó Mentxu Ilarduya, conductora de la línea 15, la cual asegura sentirse "insegura" en su puesto de trabajo.

Unas agresiones que, aunque mayormente ocurren en las líneas nocturnas, no deja exentos al resto de recorridos, ya que "concretamente este último compañero al que le golearon estaba haciendo el último viaje de la tarde, lo que vendrían siendo las 10:30", explicó Ilarduya.

Es por ello que hay quienes reclamaron que "muchas veces nos sentimos solos cuando pasan estas cosas", y aunque agradecen el trabajo que hacen las cámaras de seguridad para poder identificar a los agresores, "no estaría mal, por ejemplo, incorporar a los recorridos algunos inspectores que nos apoyen", recalcan.

Unos agresores que, "como muchas veces son menores, no se pueden tocar", explicó Mentxu Ilarduya, y aseguró que "si se vuelve a repetir es que el castigo que se les impone no es muy grave".

El objetivo del paro es "que por lo menos se nos escuche y que se dé a conocer esta realidad que es un problema", para que la próxima vez que pase "haya una respuesta real por parte del Gobierno", expresaron.

Se establecieron unos servicios mínimos del 60% en el Transporte Urbano Comarca, y se registró un 23% menos de actividad respecto a una jornada normal en horario de verano. Unos números que "están lejos de ayudarnos a conseguir la presión que nos gustaría", expresó otra compañera de la línea 18.

Así, entre las 12 y 14 horas, de los 104 autobuses que circularían en una jornada normal en horario de verano, funcionaron 76, lo que supuso una afección al servicio de un 27%. Por su parte, entre las 14 y 16 horas, de los 104 autobuses que funcionarían en una jornada normal en horario de verano, circularon 85 vehículos, con una afección al servicio de un 18%, según informó TCC.

En definitiva, la afección total al servicio durante las cuatro horas del paro se situó en un 23% y afectó a aproximadamente 12.500 viajes.

"Mancomunidad los tacha de casos puntuales, pero ya no estás seguro en tu puesto de trabajo"

Chófer en la línea 15