la perspectiva de la calle, aun manteniéndose perfectamente reconocible, ha cambiado en cuestiones muy relevantes. En primer lugar podemos comprobar que, aunque desaparecidos por la grafiosis los olmos enormes de la zona, sigue habiendo un arbolado importante, en las dos aceras además. Podemos ver también que las casitas de tres alturas han sido sustituidas en la mayoría de los casos por altos bloques de siete u ocho pisos, y vemos además que obtener una foto de la calle sin vehículos es casi misión imposible. Hacia la izquierda de la imagen vemos alguno de los elementos de la denominada "Amabilización", llevada a cabo en la pasada legislatura, que el actual alcalde dijo que iba a eliminar, y a la que no ha tocado ni un pelo. Mentirijillas...

La semana que viene nos acercaremos a uno de los edificios de la calle, para observar con mayor detalle las transformaciones operadas en esta zona.

La calle de las Navas de Tolosa era una de las salidas más frecuentadas de Pamplona, puesto que enlazaba con la denominada Carretera de Estella, actual Pío XII. Partía del Casco Viejo y llegaba hasta el portal de la Taconera, situado a espaldas del fotógrafo, dejando a un lado los frondosos olmos de la Taconera, y al otro lado una única acera de casas, en su mayoría de tres o cuatro alturas, que formaban parte del denominado Primer Ensanche pamplonés.

La fotografía nos presenta un panorama de la calle en dirección al centro, con una perspectiva, acelerada y oblicua, que casi recuerda a los cuadros de Tintoretto. No hay coches, y tan solo una persona camina por la calzada, a lo lejos y acercándose al fotógrafo. Tal vez no muy lejos se encontrara mi amatxi, Benita Azpíroz, paseando en su silleta a mi madre, Karmentxu, que había nacido aquel mismo verano, el 13 de julio, en plenos sanfermines...