Eduardo Moreno Hermoso y Guillermo Arana Fernández, ambos antiguos alumnos de Ingeniería Industrial en la UPNA de 31 años, actualmente trabajan en una empresa de automoción de Pamplona, un empleo que están seguros de haber conseguido gracias a los idiomas y a tener conocimiento sobre programación.

“Fue entonces cuando pensamos lo útil que hubiera sido si nos hubiesen enseñado a programar desde que éramos pequeños. ¿Por qué no se enseña algo que en estos momentos marca la diferencia en el mercado laboral y lo seguirá haciendo de aquí a 20 años? Vivimos rodeados de máquinas y dispositivos y no sabemos hablar con ellos. Es como si viviésemos en otro país y no aprendiéramos el idioma local de este”, explican los ingenieros. Así fue como se les presentó la idea de abrir Algorithmics Pamplona, una escuela de programación para jóvenes con 14 sedes repartidas por todo el Estado.

En marcha desde el pasado septiembre, la academia imparte cursos para alumnos de 6 a 17 años -aunque también podrían aceptar a más mayores- repartidos en distintos niveles. De esta forma, los más pequeños empiezan familiarizándose con el teclado y el ratón, y toman contacto con su primer código hecho en Scratch con el que aprenden la base de la programación: “En este progreso pasan a programar sus propios videojuegos con Roblox Studio, que les permite diseñar gráficamente y escribir el primer código con teclado. Es divertido ver cómo prueban sus propios videojuegos y ven sus propios resultados. Es una forma práctica y divertida de aprender programación”, apuntan Guillermo y Eduardo.

Para los más mayores -de 11 años en adelante- en la escuela imparten Python, “el lenguaje de programación más usado del mundo. Es tan versátil que se pueden hacer desde páginas web, videojuegos profesionales, robótica o programas complejos. Es más complicado, pero pronto ven los resultados por ejemplo creando un generador de números primos o juegos como El Ahorcado y Wordle”, narran.

Actualmente, Algorithmics Pamplona cuenta con cerca de un centenar de alumnos y media docena de profesores, aunque los socios ya están pensando en “nuevos fichajes” para el año que viene. Y es que cuentan que se han visto “sorprendidos por el interés que ha despertado la escuela desde el principio, creíamos que iba a costar más”. Es por ello que ya planean incorporar nuevos cursos de diseño gráfico y matemáticas, así como una posible clase de formación de alfabetización digital para mayores de cara a octubre de este año.

De esta forma, señalan dos vías de acceso a los cursos actuales: a propuesta de los padres que se interesan en que sus hijos adquieran nuevas habilidades o cuando son los propios niños los que piden a sus padres apuntarse porque les gusta la tecnología.

De hecho, es esta segunda opción la que prima ya que la programación es una de las inquietudes actuales de los jóvenes porque estos “pasan muchísimo delante de las pantallas y sienten curiosidad de cómo se lleva a cabo lo que ellos usan diariamente. Cuando ellos mismos hacen un proyecto como una página web o el conocido videojuego Flappy Bird dejan de sentirse espectadores y se sienten por primera vez actores de la tecnología que consumen diariamente”, aseguran.

Frente a la falta de voces femeninas en profesiones STEM -acrónimo inglés para designar las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-, Algorithmics cuenta con un 35% de alumnas, todavía muy lejos de alcanzar la cifra de chicos.

Sin embargo, en edades más tempranas -de 6 a 10 años-, se mantiene la paridad entre alumnos y alumnas, una tendencia que desaparece cuando se van haciendo más mayores. “Aunque todavía no se haya conseguido, parece que la tendencia está cambiando porque antes apenas había representación femenina en carreras como Informática o Ingeniería. Las adolescentes están rompiendo esa tendencia”, valoran los responsables.

Nuevos cursos en Civican

A pesar de que no acepten nuevas inscripciones una vez los cursos han arrancado para que no se de una diferencia de nivel entre el alumnado, desde Algorithmics recuerdan que “se abren nuevos cursos cada cierto tiempo”. Así, los periodos de inscripción son los siguientes: septiembre; enero; campamento de Navidad; campamento de Semana Santa; campamento de verano; y dos cursos en Civican que acaba de abrir su inscripción. El precio de la cuota mensual ronda los 65 euros.

Para Guillermo y Eduardo, la filosofía de la academia contempla el aprendizaje de la programación como si de un idioma se tratase. “En cada sesión -cuentan- hay un incremento en el conocimiento de los alumnos y pueden ponerlos en uso en las siguientes clases”. Además, señalan que las clases pueden ser tanto online como presenciales, ya que disponen de una plataforma en la que pueden trabajar y ver al profesor en directo.

A pesar de estar “muy contentos” con la acogida de la escuela, los socios de Algorithmics siguen en la búsqueda de nuevos alumnos a los que introducir en el mundo de la programación y a los que animan a lanzarse a la piscina: “Les diríamos que lo prueben, que aprenderán un lenguaje para poder hacer proyectos que pueden ser muy útiles y que en un futuro le pueden servir de mucho, tanto si se dedican a ello como si no. Y, sobre todo, que se diviertan por el camino”.