Las carpas de la cuesta de Labrit no tendrán autorización para instalarse este año en los Sanfermines. La noticia fue anunciada este martes por la mañana en la comisión de Presidencia por el concejal de Seguridad Ciudadana de Navarra Suma, Javier Labairu. El motivo, las continuas "denuncias", según dijo, que había cada año en este espacio, uno de los centros neurálgicos de la fiesta. De hecho, la zona de ocio del Labrit lleva más de 32 años funcionando en Sanfermines.

Fue el concejal del PSN Xabier Sagardoy quien preguntó en la comisión municipal por la reunión mantenida por el Ayuntamiento con los bares del Labrit "respecto a las carpas que se instalan en San Fermín". Al respecto, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, confirmó que se mantuvo hace unos días "una reunión con los hosteleros y se les comunicó que eran un conflicto, tanto desde el punto de vista vecinal, como desde el punto de vista de orden público en Sanfermines, donde había un número muy importante de denuncias" y, como se trata "de una concesión administrativa de este Ayuntamiento estamos pensando en retirar esta zona para estos Sanfermines", confirmó. El concejal no aclaró si en su lugar se van a permitir otro tipo de actividades o música y animación, aunque parece indicar que no será así.MÁS DE 32 AÑOS DE HISTORIA

La decisión ha caído como una losa a los 7 establecimientos que organizaban esta zona sanferminera, Kayak, Kabiya, Kato's, Cavas, la sociedad Erronkari, el Txirrintxa y La Bocatería del Labrit, y que cada año asumían un coste de 15.000 euros por establecimiento para garantizar que esta zona de ocio contara con las condiciones de seguridad necesarias. De hecho, pagaban 35.000 euros en impuestos por ocupación de vía pública al Ayuntamiento. Porque la decisión de Navarra Suma rompe, de un plumazo, con más de 32 años de historia de la zona del Labrit. El disgusto es mayúsculo entre los hosteleros ya que este espacio nació con el objetivo de "dignificar los Sanfermines y dignificar la calle" y ahora se les "niega" la opción de trabajar. Fuentes consultadas señalan que solo para las fiestas contrataban a casi un centenar de personas, entre camareros, seguridad, limpieza, etc.

Las carpas del Labrit surgieron ya en torno a 1990, entonces como un espacio al que acudía la sociedad pamplonesa, deportistas y gente del mundo taurino, e incluso tenía zona de restauración y hasta su propio cortador de jamón. En 2016 y, después de unos incidentes ocurridos en las inmediaciones de la zona, los hosteleros llevaron a cabo, con el Ayuntamiento de Pamplona (el equipo de gobierno anterior), una serie de mejoras, controlando las reverberaciones del sonido, poniendo seguridad y controlando el acceso de la clientela y hasta instalando tres salidas de emergencia.