sartaguda - El Ayuntamiento ribero acaba de destinar 36.000 euros a paliar las deficiencias que ha detectado el Plan de vigilancia y control sanitario del agua para consumo humano en Sartaguda que solicitaron y realizaron en verano con el objetivo de establecer procedimientos en torno a la calidad del agua.

Ahora, explicaba el alcalde Paolo Albanese, las principales medidas que van a acometer van a ir destinadas al control de la pérdida de agua; “se trata de un protocolo de autocontrol” que ya se recoge en el Plan Director del Ciclo del Agua.

Para empezar, insistía el primer edil, para detectar esas posibles fugas, van a poner un total de cinco nuevos contadores. Uno irá en la entrada y otro en la salida del depósito y el resto, dividirán el pueblo en tres secciones e instalarán un contador en cada zona. De esta forma comprobarán si coincide lo que sale del depósito y lo que llega para, en caso de que no sea así, localizar dónde se pierde agua.

Además, van a colocar válvulas de corte y arquetas de registro en las afueras del casco urbano, en la zona de las viñas, para que, en caso de que haya afecciones o cortes de agua, no afecte a todos los vecinos sino a un barrio más delimitado.

Y por último, se comprometen a limpiar a fondo, al menos una vez al año para evitar problemas, el depósito.

problema controlado El alcalde, que apuntaba que Sartaguda hace años tuvo problemas con los niveles de sulfatos del agua, aseguraba que ahora “está controlado”. En este sentido, hay que recordar que la cantidad “normal” de sulfatos es de 250 miligramos por m3 y que, dependiendo de la estación, esta cifra se disparaba. De hecho, llegaron a rozar los 880 miligramos/m3 siendo los 1.000 mg/m3 el momento en que el agua se considera no potable. Tras reuniones y charlas vecinales, bajaron la potencia de las bombas para que no succionaran tanto y, sumado a que no ha habido grandes avenidas, estos últimos años esa cifra se encuentra entre los 200 y 400 miligramos por m3.