andosilla - Dicen que los mejores negocios se firman en los bares con una cerveza o un buen vino, aunque en este caso no fue así pero casi. Héctor Moreno y Javier Vicuña, andolenses de la quinta de 1993, comenzaron ya hace cuatro años con su aventura de rutas y paseos en kayak por el Ega y el Ebro gracias, en buena parte, a las sobremesas de las cenas que realizaban los jueves.

Y es que, con el objetivo de aprender a tocar la guitarra, comentaba entre risas Héctor, estos jóvenes comenzaron a quedar para cenar y practicar. Sin embargo, la conversación se fue por otros derroteros y las ganas que tenían de emprender algo juntos desde pequeños fue ganando terreno.

Aunque el destino les hizo tomar caminos separados; Javier se fue a Lumbier a estudiar un Grado Medio de Actividad Física del Deporte en el Medio Natural y Héctor a Zaragoza a cursar Económicas, lo cierto es que en cuanto volvieron a reunirse retomaron la idea que les había estado rondando años atrás la cabeza.

“La piragua me gustó mucho y pensé que por qué si en el Irati se pueden hacer rutas, en el Ega y Ebro no. Se lo propuse a Héctor y le pareció perfecto. A los días ya se había informado sobre los requisitos de la CHE y en junio del año 2016 arrancamos con JH Kayak”, explicaba Vicuña.

A nadie de la zona le choca ya ver kayaks por el río, algo que por aquel entonces fue una auténtica novedad. “Al principio da un poco de miedo, de vértigo, porque es una gran responsabilidad y éramos muy jóvenes, pero sabía que Javier dominaba el terreno y que estaba bien respaldado. No fue fácil arrancar pero nos sobraban ganas e ilusión”, explicaba Moreno.

cinco rutas En la actualidad existen cinco rutas, una de descenso y ascenso que es la ruta Piscina, y cuatro que son de descenso; El Sotillo, La Barca, La Peña y El Puente Viejo, que es la más compleja. Todas ellas se realizan de lunes a sábado por la tarde y, además, los días laborables por la mañana es posible hacer la ruta Piscina, que es la más sencilla. También cabe la posibilidad de que un grupo enlace rutas.

La temporada, informaban, va del 1 de junio al 31 de agosto y para ofrecer los paseos tienen una capacidad de hasta nueve personas gracias a los dos kayak dobles rígidos y a los cinco individuales que tienen además de las embarcaciones en las que van ellos. Todas las barcas, explicaban, son abiertas y autovaciables por lo que en el hipotético caso de volcar, es muy fácil salir de la piragua.

Para participar es mejor llamar con antelación y en la reserva se abona el 50%. El precio, explicaban, va desde los 20 euros por persona en el caso de ser dos, a los 18 euros por persona si son tres y los 15 euros a partir de cuatro participantes.

Durante los paseos, que incluyen un botellín de agua durante el mismo, una cerveza o refresco y un pincho de jamón al concluir así como el seguro, el material y el monitor, realizan juegos y fotografías. Además, “hacemos un minuto de silencio en pro de la naturaleza”, contaba Vicuña.

“Lo que más rabia nos da es que la gente no se pueda tirar, por lo que hacemos lo imposible para que no sea así”. En este caso explicaban que si el día de la reserva hace viento o llueve y hay que cancelar la ruta, la cita se pasa al domingo, que es cuando ellos descansan, pero lo utilizan como comodín en el caso de que algo no salga como estaba previsto entre semana.

Con el material guardado en una bajera, tienen todo pensado para que los que van a participar en las rutas no tengan que andar de aquí para allí con el coche y suelen quedar con ellos al final del recorrido donde dejan el coche y la ropa de repuesto, y después se desplazan hasta el punto de inicio.

ilusión sin ambición “Hemos hecho de nuestro hobby nuestro segundo trabajo, porque ambos nos dedicamos a otras labores. El entorno es increíble y una vez que lo ves desde dentro del agua cambia por completo, la perspectiva es totalmente diferente”, explicaban al tiempo que apuntaban que “casi todos los años la gente repite, por lo que creemos que es buena señal, que el grado de satisfacción es bueno”.

Aunque muchas veces dicen que no hay que mezclar los negocios y la vida personal, estos jóvenes lo tienen claro: “Nos conocemos desde que tenemos uso de razón, nos entendemos y compaginamos muy bien así que ni nos lo hemos planteado”.

“Cada año cambiamos y mejoramos cosas y, aunque hay opción de expandirse porque nuestra capacidad ahora es limitada, tenemos que ser prudentes y no morir de éxito. Iremos poco a poco”, finalizaban.