- La localidad ribera ha retomado del todo su actividad tras la alerta sanitaria y, de acuerdo con el alcalde, José Ignacio Eguizábal, han reactivado algunas de las obras previstas para este año que, con la crisis sanitaria, tuvieron que paralizar.

La primera fase de obras de las piscinas acaba de concluir y, de hecho, ayer abrió la instalación sus puertas; lo hizo con medidas extras de seguridad y con más empleados. De hecho, estos días los trabajadores han estado recibiendo formación extra.

En agosto, insistía el primer edil, sacarán el pliego de condiciones de la segunda fase de mejoras de este espacio. Se trata de una actuación valorada en 211.000 euros que cuenta con una subvención de 150.000 euros con la que pretenden mejorar todo el edificio; baños, vestuarios, el bar, el techo, etc.

La idea, y para una fase posterior, es concluir estas actuaciones con un gimnasio, algo para lo que ahora no hay partida económica.

El Ayuntamiento, además, acaba de sacar a licitación la obra del ascensor del colegio público, una actuación que cuenta con una partida de 50.000 euros que sale de una enmienda presentada por el PSN a los Presupuestos Generales de Navarra.

Las obras se alargarán hasta finales de septiembre, algo que no afectará al inicio del curso puesto que el elevador irá por el patio.

El Consistorio, además, ha retrasado a otoño el arreglo de cerca de 21 kilómetros de caminos del regadío, actuación que a día de hoy tendría que haber estado lista.

Aquí van a invertir 180.000 euros y han decidido esperar estos meses de verano dado que los agricultores están ahora con la fruta.

Por último, dos proyectos que la pandemia también ha retrasado pero que el Consistorio recuperarán son 'La ruta por la historia' y la recuperación de viejos oficios, un sendero de unos 12 kilómetros, así como la instalación de placas fotovoltaicas en la casa de cultura y en el propio colegio.