- En Alnus, entidad que todos conocen en Marcilla y que ayuda y colabora en todo aquello que está en su mano, están en la actualidad unos 110 socios y, a lo largo de los años, y a pesar de los “vaivenes que siempre hay, como en todo”, explican Felipe Marín, Javier Fabo y Lourdes Garde, “siempre se capean las bandadas y salimos adelante gracias, sobre todo, al esfuerzo y dedicación de los voluntarios”.

La asociación ribera, aunque ahora está totalmente inmersa en el reto de sacar adelante los cuatro itinerarios fluviales, no cesa en el resto de actividades y realiza múltiples acciones a lo largo del año con las que intenta implicar a pequeños, jóvenes y mayores.

Entre las que destacan estos marcilleses, por ejemplo, está el huerto que hicieron en el colegio San Bartolomé hace unos meses; colocaron bancales en los que después sembraron diferentes productos agrícolas con el objetivo de que los más pequeños vieran cómo se siembra y después nacen y crecen los alimentos en el campo. Sin embargo, y aunque el coronavirus impidió que viesen el proceso completo, el huerto permanece y la idea es que siga en funcionamiento.

Además, desde hace un tiempo el castillo acoge una exposición permanente que han impulsado desde este colectivo local sobre los carnívoros del entorno (los que hay en el Arga y Aragón), así como sobre los anfibios. De hecho, insistían, “hay réplicas exactas de algunos de ellos que dejan anonadados a muchos de los que por allí se dejan caer”.

Por otro lado, de la mano del Gobierno de Navarra, y con ayuda de un grupo de voluntarios, han recuperado dos hoteles de murciélagos para que alberguen sus colonias. Y es que, desvelaban, al año los utilizaban unos 400 animales pero, debido al paso del tiempo, se inhabilitaron y los ocuparon los gorriones.

Además, en esta misma línea, y desde el año 2008, Alnus hace una revisión, un seguimiento y un conteo de especies de las cajas nido que hay por el término municipal.

Entre las acciones que emprenden a lo largo del año también está el cuidado de una zona del Territorio Visón, un lugar del que tienen la custodia junto con el Ayuntamiento y que se encargan de mantener, podar, regar y limpiar.

Por otro lado, continuaban estos marcilleses, hacen sesiones de educación ambiental en el colegio e instituto, así como con los menores del COA, y han realizado plantaciones con los niños y niñas en las riberas del río. Además, suelen organizar salidas para recoger los vertidos ilegales que aparecen en el medio natural.

Alnus también ha colaborado en la organización de la vegetación en el término municipal; de hecho, siguen haciendo propuestas para que mejore el entorno y, en cuanto al día a día, finalizaban, se encargan de recoger animales (siempre hablando de fauna salvaje) que aparecen en el término municipal, que están heridos o que incluso se cuelan en las viviendas.

“Una vez que empiezas ves que se abre un abanico increíble de cosas por hacer y está claro que te tiene que gustar porque es todo altruista. La iniciativa y la mano de obra siempre está dispuesta, el problema muchas veces es que el dinero no está”, puntualizaban al tiempo que hacían un llamamiento a todos los que vecinos que estén interesados en ayudar y colaborar: “está el grupo de scouts que siempre ayuda y hay gente joven implicada, pero sí que nos gustaría que vinieran pegando o pidiendo paso por detrás más marcilleses”.

La cuota que ha fijado esta asociación, desvelaban, es simbólica puesto que solo son 10 euros al año.

“Es algo que te tiene que gustar; hay un abanico increíble de cosas para hacer”

Integrante de Alnus

“Con los años siempre hay vaivenes pero salimos con el esfuerzo de los voluntarios”

Integrante de Alnus