Los vecinos de la localidad ribera, tras el obligado parón por la pandemia, festejaron el pasado jueves 3 de marzo el día de sus patronos San Emeterio y San Celedonio y, tal y como marca la tradición, hubo quienes se acercaron hasta la ermita de San Gregorio a media mañana a pesar de no ser un día festivo en el municipio. Tras la misa en la que no faltaron los cánticos de los auroros, los allí presentes degustaron un pequeño aperitivo a base de tortillas de patata, embutido, encurtidos y ganchitos que se encargaron de servir los miembros de la brigada. Los lodosanos, eso sí, ya esperan con anhelo que llegue finales de julio, fecha en la que esperan celebrar por todo lo alto sus fiestas patronales.