etxarri aranatz - Heldu dek/den Kixkimau Pintto! decían en Etxarri Aranatz cuando llegaba el tiempo del carnaval, un personaje propio de esta localidad que Iyote Batzordea junto con los quintos, Gazte Asanblada, Ayuntamiento y Etxarriko Tabernariak se han propuesto recuperar así como impulsar esta fiesta que viene con cambios..

Las celebraciones arrancaron el pasado jueves con Gizakunde, la jornada de los quintos que vestidos de txarrarraz azuzaron con sus makilas a los txikis del pueblo. Continúa hoy con Andrekunde, el día de las mujeres. El próximo jueves será Garikunde, el día de los jóvenes. Ya en marzo, el sábado será Zalduniyote, hasta ahora el día de los txikis, fecha que sea pasado del domingo al sábado para celebrar el carnaval urbano. Además, la Gazte Asanblada ha organizado para ese día un concurso para el mejor disfraz para incentivar la imaginación y ganas de los etxarriarras

Los festejos finalizarán el martes 5, Asterteiyote, cuando los quintos recuperarán este personaje que ha tomado forma en uno de los gigantes de Etxarri. Después de una kalejira con música y danzas en la que tampoco faltará algo que llevarse a la boca, Kixkimau Pintto acabará en el fuego con una hoguera en la explanada de la plaza. Así, con el fuego se dará por finalizadas las celebraciones

“Kixkimau Pintto beño errio hago” solían decir los de Etxarri para expresar desesperación o cabrero. Y es que tenía su cara ennegrecida de carbón, vestido con sacos y el cuerpo relleno de paja para desdibujar la figura. “No sabemos el origen de este personaje pero es indudable que resulta muy apropiado para guardar el anonimato, lo que junto a razones religiosas, influyó seguramente en su prohibición”, apunta la alcaldesa, Eneka Maiz.

La alcaldesa destaca que este personaje forma parte de “nuestro imaginario colectivo” y que recuerdas al Ziripot de Lantz, que acaba en la hoguera. Etimológicamente, apunta que Kixki significa totalmente quemado y mau es un sonido que se utiliza para dar miedo. “Pintto procederá seguramente del aspecto de su cara, manchado de carbón”, apunta. A la caracterización de este personaje se ha añadido el cucurucho o ttuntturro que hasta no hace muchos años utilizaban los quintos, un cono de cartón con tiras de colores. También lleva una makila, un palo para poner orden. Y es que los carnavales son un mundo al revés, unas celebraciones para hacer un alto en pleno invierno y disfrutar antes de entrar en las restricciones que impone la Cuaresma. - N.M.