El grupo Orritz-Iskidi de Irurtzun acudió este fin de semana con su última propuesta: La alocada trashumancia al Festival Internacional de Folk de Getxo, en el desfile de bandas junto a formaciones de Escocia, Francia y Bizkaia. Se trata de un nuevo proyecto de este colectivo que pronto cumplirá dos décadas desde que dieron vida a diferentes personajes de la mitología vasca, una década más en el caso del grupo de danzas Orritz, del que forma parte.

“Es un proyecto común con Txaloka, de Bilbo”, apunta Txape Iriarte, uno de los impulsores de Orritz-Iskidi. Al respecto, explica que surgió las pasadas Navidades, cuando acudió con estos personajes a animar la llegada del Olentzero a la capital vizcaína. En aquel acto también estaba ese grupo, que cuenta con amplia experiencia en el teatro infantil y en los espectáculos de calle. Allí presentó Marraka ta marraka, una obra en la que una pastora se las ve y se las desea para guiar a su rebaño a lo largo de la ciudad. Y es que pese a su fama, estas ovejas no tienen nada de dóciles.

“Nos propusieron hacer algo juntos en torno a la trashumancia”, recuerda Iriarte. Así, pensaron que podría ser un espectáculo en el que se integrara a los txikis, de entre 7 y 11 años, la mayoría hijos e hijas de miembros del grupo. Y es que han crecido junto a estos personajes mitológicos. “Hace ya unos años creamos un grupo de galtzagorris para que participaran en la kalejira” observa. “Desde hace años realizamos extraescolares en Atakondoa sobre el zanpan-tzar y zancos. Y esto último es lo que más le gusta”, apunta Iriarte.

Así, esta pasada primavera comenzaron a darle forma al proyecto, sobre todo a los trajes de las ovejas, realizados con fregonas, una labor que han llevado a cabo con la ayuda de amigos, familias y la modista Ana Carmen Aizpun. Asimismo, Txaloka impartió a los txikis talleres sobre técnicas de clown para que aprendan a interactuar con el público y de maquillaje para caracterizarse como ovejas.

De esta manera, el rebaño ha crecido con cerca de 80 personas, más espectáculo, en el que la pastora junto con Basajaun intenta conducir al rebaño, un trabajo que se ha complicado aún más con la presencia de Tartalo y sobre todo con Gizotso, del que las ovejas huyen despavoridas. Junto a ellos Akerbeltz, Basandere, Galtzagorriak, Jentilak y Mikolatsak, van por libre, y según las ganas que tengan en ese momento, ayudan o hacen todo lo contrario, siempre buscando la implicación del público.