racias por ayudar en estos momentos difíciles, escribió Paula Ijurko Urmeneta en el dibujo que presentó en el concurso puesto en marcha por Covirán al principio del estado de alarma con el lema Todo va a salir bien. La dinámica era sencilla, realizar un compra para recoger una plantilla en cualquiera de los establecimientos de esta cooperativa de supermercados y dibujar en ella como se estaba viviendo el confinamiento desde las casas.

Así, esta niña de Etxarri Aranatz de 10 años cogió sus rotuladores y dibujó sanitarios, una trabajadora de un supermercado, un policía y un empleado del servicio de residuos, cinco en total, rodeados de corazones, estrellas y palabras de ánimo. Y es que era otra manera de aplaudir a las personas que han dejado lo mejor de ellas en lo peor de la pandemia. "Le llevé el papel e hizo el dibujo en media hora, sin copiar. Le encanta dibujar y tiene mucha facilidad", apunta su madre, Ainhoa Urmeneta. Casualidad, dando también por bueno el mensaje de optimismo del concurso, esta etxarriarra comenzó después a trabajar en el Covirán Lete de Etxarri Aranatz, el mismo dónde depositó el dibujo. "Si hubiera estado antes no habría podido presentarse por ser hija de una trabajadora", explica.

Ya ni se acordaban del concurso cuando hace unos días Ainhoa Urmeneta recibió una llamada desde Granada, de la central de Covirán, para informales de que había ganado el concurso. "Me emocioné mucho", confiesa. "Estamos más sensibles. Es una situación rara, como si estuviéramos en una película", observa. Por ello, apenas han visto la televisión durante el confinamiento. "Paula estaba muy preocupada, con miedo. Decidimos que era mejor que no viese las noticias", apunta. Así, no es extraño que pensara en aquellas personas que han estado al pie del cañón, imprescindibles para que la vida siguiera adelante.

El premio era 1.000 euros para donar a una ONG y un lote de juegos. "Me dijeron que teníamos que decidir el destino del dinero", apunta. Si bien en un principio pensaron en que fuera para la Clínica Josefina Arregui de Altsasu, no fue posible. "No se podía porque tenía que ser una ONG o una asociación sin ánimo de lucro. Entonces pensamos en la Apyma de la escuela de Etxarri", apunta.

Para ello, Ainhoa Urmeneta se puso en contacto con Urko Mauduit , presidente de la asociación de padres y madres del colegio público San Donato, el mismo en el que cursa sus estudios su hijas. "Enviamos los estatutos de la Apyma para ver si eran compatibles", recuerda Urko Mauduit, al tiempo que agradece el gesto. "Es algo positivo en esta época dura. Estamos encantados", apunta. "El premio se queda en Etxarri y se cierra el círculo. Una parte se destinará a la compra de libros para la clase de Paula", añade. Al respecto, incide en que aunque en un principio los libros de texto son gratuitos, "en la práctica no es real". Asimismo, señala que desde la Apyma trabajan con la dirección del centro para dar respuesta a las necesidades del alumnado. "Hemos creado un banco de material. Todos los años hay una salida a esquiar para lo cual hacen faltan cosas específicas que se pueden pedir al tutor", explica a modo de ejemplo. "Es importante ayudarse. Una buena salud de la comunidad educativa es mejor para todos y todas", destaca.