e ha cerrado un círculo que comenzó hace 30 años, destacó ayer Javier Irigoien, de Ondare Kultur Taldea, asociación que trabaja en recuperar y salvaguardar el patrimonio material e inmaterial de Larraun, siempre en auzolan. El último que se ha llevado a cabo es Ixkier parkea, un espacio a orillas del río Larraun a su paso por Mugiro y en plena Vía Verde del Plazaola que pone en valor los molinos que surtieron de harina para la elaboración de pan o talos, alimentos fundamentales para alimentar a la población durante siglos. Y es que hace tres décadas, Kixmi Taldea, un grupo de jóvenes de Larraun, recuperaron ocho piedras de molino que colocaron en la plaza de Mugiro. Pero todavía quedaban más por sacar, tarea que realizaron este verano, aprovechando que el caudal del río iba más bajo.

Cubiertas de vegetación, algunas estaban en torno a los molinos y otras desperdigadas a lo largo y ancho del río, hechas pedazos en algunos casos. Con la ayuda del ingenio para no romperlas, se sacaron con palancas y se construyeron curiosas barcas para cruzar el río. Ya en la otra orilla, hubo que salvar la fuerte pendiente para llevarlas a su lugar definitivo, enfrente de la cascada de Ixkier, recuperada por Iturraskarri junto el concejo de Mugiro y el Ayuntamiento de Larraun. "La presa estaba ahí, se escuchaba pero estaba oculta por la vegetación. Ahora podemos disfrutarla", apuntó Irigoien. Ayer, en la inauguración de este nuevo espacio, los sonidos del agua dieron paso a la txalaparta de la mano de Igor Mitxaus y Jabi Leoz, además del cuerno de Joseba Artzelus.

En Mugiro había tres molinos, Goiko errota, también conocido como Errota txiki, Ixkier y Arotza, explicó Juanjo Zubieta. "Eran molinos harineros que se movían con la fuerza del agua. Cada uno contaba con dos parejas de piedra, la de abajo, estática, y la superior, que giraba a través de un eje, que a su vez iba unido a una turbina o rodete que movía el agua", explicó este larraundarra que también ha participado en este auzolan. De diferente manera, trabajaron una treintena de personas.

"Las piedras de maíz eran más bastas y gruesas que las usadas para el trigo. Normalmente era de roca caliza aunque hemos encontrados piedras de cuarcita, traídas de Iparralde, y también otras de Baztan", apuntó Zubieta. Estos tres molinos y los puentes que los unían con Mugiro fueron anegados en las inundaciones de octubre de 1953. "La actividad molinera era muy importante y había molinos en la mayoría de los pueblos. En esta zona había varios y se arrendaban a otros pueblos", observó. Asimismo, señaló que se conserva el mecanismo de molienda del molino de Errazkin, cuya recuperación es otro proyecto que tiene en mente Ondare. Lo cierto es que planes no les faltan: la tejería y el castillo de Lekunberri, la salera de Arruitz, de la que se conserva su estructura entre otros. "Estamos recabando información y ya tenemos constancia de su existencia en 1800 También hay una casa de la salinería, un edificio muy grande. Había muchas actividad", apuntó Zubieta. Además, quieren rematar otras actuaciones llevadas a cabo estos últimos años, como la colocación de paneles informativos en el parque Ixkier y en la ruta de los dólmenes Jentilharribide, en Oderitz, por citar algunos.