añana, festividad de San Sebastián, es el día del patrón de Lakuntza, San Saastin como le llaman en este pueblo de Sakana. Pero la pandemia también ha obligado a posponer esta celebración a tiempos mejores. Así, no habrá redobles de tambor para anunciar la llegada del 20 de enero, la primera vez desde 1990, ni tampoco romería a la ermita de San Saastin, donde se oficia una misa y se reparte piperopiles bendecidos para acompañar al chocolate que reparte la sociedad Lakuntzako Pertza. En este almuerzo no suele faltar txistorra, queso y vino.

No obstante, el pasado año tampoco se ofició una misa tras el aviso del deteriorado estado interior de la ermita. Y es que cuando fueron a limpiarla descubrieron unas grietas en el techo y como medida preventiva, un arquitecto aconsejó que no se celebrara. Doce meses después sigue igual. "Está pendiente de confirmar el diagnóstico", explicó el párroco de Lakuntza, José Antonio Apezetxea. "La idea es arreglar la iglesia con donativos", observó

Esta ermita está incluida en el Listado de Inmatriculaciones de Navarra desde el año 2004 junto con la parroquia de San Salvador y la casa del cura además de la ermita de San Antón. "Inmatricular significa registrar por primera vez algún bien en el Registro de la Propiedad. La Diócesis de Navarra está acusada de expoliar 1.086 inmuebles desde 1998 a 2008", explica Josu Imaz, ex concejal y estudioso de la historia local. "Aunque sean lugares de culto deben seguir perteneciendo exclusivamente al pueblo de Lakuntza y no ser parte de la mayor inmobiliaria gracias a una ley modificada por Aznar", incide.

Así, estos inmuebles pertenecen al Iglesia y en su opinión, debe ser la Diócesis la encargada su gestión y mantenimiento "como base fundamental de una sociedad civil y democrática". Al respecto, recuerda que el Ayuntamiento no puede solicitar subvenciones al Gobierno de Navarra porque no pertenece a su dominio. "¡Al pueblo lo que es del pueblo!", clama Imaz. "¡Que el chocolate y los piperopiles no falten en su lugar habitual, como elemento tradicional y cultural¡", exhorta. Aunque este año no toca, pide reflexionar y concienciarse sobre esta cuestión con el deseo de que sea "un punto de partida para la recuperación de nuestras pertenencias robadas".

El alcalde de Lakuntza, Patxi Xabier Razkin, recordaba que el Ayuntamiento en su día se reunió con la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro, de la que forma parte. Dada la situación actual de la ermita, quiere volver a reunirse con esta plataforma y también con el Arzobispado. "La ermita pertenece al pueblo, a feligreses y no feligreses. Si nos la devuelven, preguntaremos a la ciudadanía qué quiere hacer", observa.

La ermita de San Saastin se levanta a media hora camino de Arruazu, en las faldas de Aralar a unos 3 kilómetros del núcleo urbano. Fue la iglesia del antiguo despoblado de Aldaba, que se abandonó cuando sus habitantes fueron obligados a repoblar Lakuntza y Etxarri Aranatz en el siglo XIV. No obstante, la ermita actual data del siglo XVI. Con la secularización de la sociedad, esta celebración traspasa la religión, como apunta Imaz. "La celebran creyentes y no creyentes bajo una percepción popular", observa. "La romanización, el solapamiento de tradiciones basadas en la naturaleza generaron un nuevo calendario", apunta.

Por otro lado, señala que San Sebastián, patrón de arqueros, soldados y atletas, es sobre todo según el catolicismo, protector ante la peste y epidemias. "El culto se sustentaba en el deseo de sus habitantes de protegerse ante las numerosas epidemias que azotaban a la población", cuenta, al tiempo que recuerda el azote de la peste en la Edad Media y en los años 1834 y 1855 en Lakuntza así como gripe española de 1918. En sus trabajos de investigación de la historia local también ha encontrado el origen de la chocolatada. "El cura de Lakuntza se desplazaba a caballo y tras la misa encontraba en la sacristía una taza de chocolate que se solía preparar en la cocina adosada a la ermita". Con los años, esta costumbre se generalizó para todas las personas que acudían a la ermita.

Aunque de otra manera, el Ayuntamiento de Lakuntza no ha querido pasar por alto esta fiesta. Y que en estos tiempos es más importante que nunca que la vida continúe, eso sí, siempre respetando las medidas para evitar la propagación de la covid-19. Así, se podrá disfrutar de un concierto especial en la casa de cultura. Y es que el cartel es de lujo. Por un lado, estará Et Incarnatus Orkestra, variedad y calidad de esta joven orquesta que participa en la grabación de discos de conocidos músicos y en bandas sonoras, con un repertorio de jazz, pop, música de cantautor y de cine entre otros. Después trikitixas con Xabier Leturia, Kristina eta Leire para finalizar con Mikel Urdangarin, músico vizcaíno que no necesita presentación. Habrá dos sesiones, a las 11.45 horas y a las 13.15 horas. Las entradas están a la venta en Ogiberri por 10 euros.

Asimismo, los quintos y quintas decidieron mantener la Alkate Dantza, con la invitación de verlo con las debidas medidas de seguridad y sin olvidar la mascarilla.

Bien inmatriculado. La ermita de San Saastin, al igual que la parroquia de San Salvador junto con la casa del cura y la ermita de San Antón fueron inmatriculadas por la Diócesis en 2004.

Romería. Desde tiempos inmemoriales, los y las lakuntzarras acuden el 20 de enero hasta esta ermita, la antigua iglesia del despoblado de Aldaba, a unos 3 kilómetros del núcleo urbano, una romería que traspasa el sentido religioso.

Concierto. El Ayuntamiento de Lakuntza ha organizado para mañana un concierto en la casa de cultura con un cartel de lujo: Et Incarnatus Orkestra, Xabier Leturia, Kristina eta Leire y para finalizar, Mikel Urdangarin. Habrá dos sesiones, a las 11.45 horas y a las 13.15 horas.