Después de casi un año y medio sin ferias, la plaza de Etxarri Aranatz acogió ayer un animado mercado de artesanía y producto local para dar un empuje al sector, especialmente afectado por la crisis sanitaria. Y es que apenas hay citas donde puedan ofrecer sus productos, según señalaban ayer. “Las tiendas y las grandes superficies están abiertas pero no hay ferias”, lamentaban. Por ello, otro objetivo era visibilizar su presencia y demostrar que son citas son seguras. Eran en torno a una decena de puestos, con oferta variada, tanto de alimentos como de artesanía. “La gente tiene ganas y se nota a la hora de comprar”, apuntaron desde la organización de la feria, la primera en Sakana desde marzo de 2020.