Otro año sin fiestas. ¿Qué mensaje quiere mandar a los y las altsasuarras de cara a los próximos días?

-Desgraciadamente el mismo mensaje que el año pasado. No hay fiestas ni no fiestas. Tenemos que evitar, aunque es muy difícil, hacer lo que hacíamos antes. No toca. Las celebraciones implican encuentros y desinhibición. Esperemos que sea el último año. La gente está cansada pero tenemos que intentar hacer una vida en la que evitemos celebraciones con grupos de muchas personas que puedan ser un foco de contagio y propagación del virus.

El Ayuntamiento no ha organizado ningún acto para los próximos días.

-Nada. Aunque el año pasado se incluyó algún acto en los días que se tenían que haber celebrado las fiestas dentro de la programación cultural de verano, este año lo teníamos clarísimo. Si suspendemos fiestas oficialmente es una contradicción que el Ayuntamiento organice algún acto cultural o festivo esos días. Estos actos no se suspenden porque los actos sean un peligro en cuanto a la propagación, que no lo son si se cumplen las medidas establecidas por las autoridades sanitarias, sino porque ayudan a generar un ambiente festivo y de relajación que debemos evitar por ser un posible foco de contagios.

Altsasu no ha sido ajena a los botellones de la juventud. ¿Le han llegado muchas quejas?

-Ha habido quejas, sobre todo por ruido y suciedad, cuando se han realizado botellones en el caso urbano. No obvio que es un problema de carácter social muy difícil de soluciones a medio y largo plazo, ya que hablamos de valores como el respeto hacia la comunidad por encima de actitudes individuales y egoístas.

Cuando se va actuar para disolver un botellón en el que hay más de 100 personas hay que medir muy bien cuándo y cómo tiene que actuar la policía para no generar un problema de orden público. La disolución mediante la policía de un botellón con ruidos, cuando solo caben sanciones administrativas, puede traer consigo un problema mayor. Distinto es el escenario en el que junto a un macro botellón se producen actuaciones que afectan al orden público, como destrozo del mobiliario urbano. Reconozco que es una situación muy muy complicada de gestionar por parte de las administraciones públicas.

También ha habido botellones es propiedades privadas.

-Son actuaciones rechazables que se han llevado a cabo en huertas particulares. Hay varios casos de que el dueño se ha encontrado la huerta destrozada al día siguiente. Si el propietario denuncia, es muy complicado que esa denuncia prospere. La solución policial no es a medio y largo plazo. Se puede disolver un botellón pero no evita que se vuelva a realizar. Es un asunto de valores y principios.

Es un fenómeno en el que participa mucha gente joven pero también gente no tan joven. No pondría el foco en un sector de la población. El botellón es muy visible y era ilegal antes de la pandemia. Pero incumplimiento de normativa anti covid está habiendo por gente joven y no tan joven. Se da en todas las franjas de edad. De hecho, en Alsasua en los momentos que más contagios ha habido, hacia finales de mayo, el mayor porcentaje de personas contagiadas fue en las franjas de edad de personas adultas.

¿Se van a tomar medidas excepcionales de cara a fiestas?

-Con la normativa en vigor, este año se cerrarán los bares a la una de la madrugada. A diferencia del pasado año, los ayuntamientos no tenemos opción de realizar mayores restricciones en los días de fiestas. Junto a ello, de la misma forma que el Ayuntamiento no va a organizar ningún acto cultural o festivo porque coadyuvan a que se genere un ambiente festivo que debemos limitar, tampoco se han autorizado actos similares organizados por otras entidades.

Altsasu salió hace unos días del toque de queda por la alta incidencia acumulada de casos covid. Además, la pasada primavera, con menos se cerraron algunas localidades.

-El Gobierno de Navarra valoró el cierre perimetral de Alsasua, al igual que en otros municipios, pero se descartó porque cerrar Alsasua tiene unas consecuencias importantes. Muchas personas trabajan fuera y otras de fuera trabajan aquí, también están los centros escolares. Había tantos casos que se podían acoger a esas excepciones que no tenía mucho sentido cerrar el pueblo. Ahora bien, sí se valoró seriamente llevar a cabo un cribado en diferentes franjas de edad pero finalmente el Gobierno de Navarra descartó esa posibilidad porque los contagios y la incidencia acumulada comenzaron a disminuir.

La pandemia no paralizó la marcha del Ayuntamiento y hay numerosos proyectos en marcha. ¿Cuáles destacaría?

-Como Ayuntamiento, están las actuaciones relacionadas con la pandemia en nuestro ámbito competencial. Hemos adoptado medidas extraordinarias para impulsar la hostelería y comercio como la exención de tasas de 2020 a la ocupación de vía pública, bonos consumo este año y el pasado y acabamos de lanzar una campaña específica de apoyo a la hostelería. A su vez hay que recordar el aumento considerable de gasto de personal contratado por el Ayuntamiento para atender las nuevas necesidades relacionadas con la limpieza de edificios municipales, en lugares tan sensibles al contagio como el CP Zelandi, la Residencia Aita Barandiaran o la Escuela Infantil municipal.

Al margen de la pandemia, seguimos con la gestión ordinaria, con proyectos en materia de inversiones en 2020 y 2021. Como suele ser habitual, se van a ejecutar en el último cuatrimestre del año porque los procedimientos de habilitación presupuestaria y contratación tienen sus plazos. Esta misma semana hemos adjudicado los trabajos del expediente anual de arreglo de calles, con el vial de coexistencia en el tramo principal de Gartzia Ximenez para unir el casco viejo y la zona centro comercial, con prioridad para el peatón. También se estudiará su peatonalización los fines de semana. También hemos adjudicado la tercera fase de saneamiento de aguas residuales del polígono de Ibarrea. Se finalizará una obra histórica, pendiente desde hace muchos años.

También hay obras en marcha.

Pronto finalizarán las obras de la reurbanización del colegio Zelandi y comenzarán otras, como la habilitación de un nuevo ascensor en el edificio Lavadero, renovación del sistema de calefacción en este edificio y en el Gure Etxea, nuevo sistema de seguridad en el complejo deportivo de Dantzaleku y piscina de verano, adquisición de nueva maquinaria para el Servicio de Obras, renovación 21 pasos de peatones, nueva de la pista de skate y la del polideportivo así como la renovación del alumbrado público en la totalidad del municipio, después de las actuaciones llevadas a cabo en 2019 y 2020.

Asimismo, en breve se propondrá a la Comisión de Urbanismo la puesta en marcha de un concurso de ideas para el proyecto de cubrición de un espacio público, con el objetivo de poder redactar el Proyecto y ejecutar la obra en 2022.

Estamos en el ecuador de su segunda legislatura¿Qué prioridades se marca a dos años vista ?

-Es muy importante avanzar en el nuevo plan urbanístico para habilitar suelo industrial y una zona de crecimiento residencial. Una vez aprobada la versión preliminar de la EMOT, en breve se llevarán a la Comisión de Urbanismo las sugerencias que se presentaron durante su exposición pública, que han sido muchas, para su aprobación definitiva y comenzar con la redacción del Plan Urbanístico Municipal, la fase anterior a la aprobación del Plan General Municipal. Se plantea el crecimiento residencial en la zona de Arkangoa y Mendizabalazpi y suelo industrial en Kapitansoro.

Hace unos meses el Pleno aprobó la creación de una comisión para encauzar los sectores urbanísticos de Lezalde y Dermau.

-La intención es crear la comisión después de veranopara abordar el desarrollo de estos sectores y encauzar una situación de hecho y de derechos que lleva muchos años, demasiados, estancada. Una situación generada, entre otras razones, por un Plan General Municipal aprobada en 2002 el cual puede ser calificada como muy mejorable.

¿Hay empresas interesadas en instalarse en Altsasu?

-Algunas empresas han mostrado interés, sobre todo por la privilegiada ubicación de Alsasua. Pero actualmente en los polígonos industriales existentes solo hay pequeñas parcelas y naves vacías que no interesan. En algunos casos son de entidades financieras que piden grandes cantidades económicas. También está el problema de la contaminación de suelos. Para emprender no interesa una nave vacía. Es una situación que se lleva arrastrando más de dos décadas.

La principal baza de Alsasua es su ubicación geográfica, es lo que le permitió crecer y tenemos que potenciarla de cara a su desarrollo económico. También a nivel turístico. Estamos en medio y son muchas las personas que establecen nuestro pueblo como base. Pernoctan aquí, visitan nuestros alrededores y viajan a otros lugares.

Desde carnavales del pasado año no ha habido celebraciones en Altsasu. ¿Se nota en la calle?

-La gente está cansada y tiene ganas; está muy por salir. La hostelería lo está notando para bien pero a su vez es más complicado de cara a guardar las medidas sanitarias en vigor. Por ello, la Junta de Gobierno Local suspendió también las ferias de este año. Aunque no habrá ferias, en otra fecha, antes de finalizar el año, habrá una feria agroalimentaria para apoyar al sector. La vacunación ha avanzado y la gente está más tranquila, lo que obliga al Ayuntamiento a tener mucha precaución a la hora de organizar actos y autorizar según que eventos.

El Caso Altsasu puso el foco mediático en la villa, a menudo con una imagen negativa. Hace unos días, con la celebración del Ospa Eguna, algunos medios volvieron a la carga, y en especial contra el alcalde.

-Siempre he subrayado que la reivindicación que se hace en ese acto es legítima. Más allá de la reivindicación, como Alcalde y como vecino no me gustan las formas o determinados eslóganes de manual, pero ese acto está enmarcado dentro de la libertad de expresión y el derecho de reunión. Este año el acto se desarrolló como manifestación y la Delegación de Gobierno en Navarra, no era competencia del Ayuntamiento, no puede prohibir un acto a priori. Si durante el acto se produce algún hecho de dudosa legalidad, se iniciaría expediente sancionador a las personas o personas que lo cometieran o a la persona autorizada del evento, pero en ningún caso se puede prohibir un acto de este tipo antes de su celebración.

Algunos dirigentes políticos y asociaciones decían que el Ministro del Interior debía prohibir este acto, como en años anteriores solicitaban que los tribunales lo hicieran. Es una mentalidad no democrática. La reivindicación de que las fuerzas policiales y cuerpos de seguridad como la Guardia Civil o la Policía Nacional se vayan de Navarra es legal y a priori no se puede prohibir un acto en el que se lleve a cabo una reivindicación de ese tipo o similar. Esos dirigentes y asociaciones lo saben perfectamente. Durante el Gobierno del PP se autorizó todos los años menos en 2013, aunque con una parafernalia de despliegue policial totalmente desproporcionada.

Todos los años es la misma historia. Todo lo que rodea al acto, incluido el propio acto, es una especie de "día de la marmota" en el que se repite el mismo guion. Algunos medios de comunicación le dan una publicidad desorbitada a un acto que, con más o menos público, entre el cual hay un porcentaje importante de fuera de Alsasua, no deja de ser desde un punto de vista legal una manifestación más como tantas otras que se desarrollan en el conjunto del Estado.