El polígono industrial Ibarrea de Altsasu ha dejado de verter aguas residuales al río Altzania, una vez finalizada la mayor parte de las obras de la tercera fase del saneamiento de esta área industrial, la primera de la villa. Desde la instalación de la Fundición de Alsasua en 1900, otras empresas fueron instalándose en su ribera, próxima a la vía del tren, sobre todo en la segunda mitad del pasado siglo. "Durante décadas se amplió con la construcción de nuevas naves de forma poco ortodoxa, y el polígono carecía de conducción de aguas fecales", observa el alcalde, Javier Ollo, contento de que se haya finalizado un proyecto que llevaba varias legislaturas en el cajón.

Ya en febrero de 2001 se concluyó un estudio sobre la situación de los vertidos de aguas residuales del polígono y el barrio de La Estación y en marzo de 2003 se firmó un protocolo de intenciones entre el departamento de Administración Local y el Ayuntamiento de Altsasu para impulsar esta actuación. Ejecutado el saneamiento del barrio de La Estación en 2010 quedaba pendiente el polígono. "La inversión superaba el millón de euros. En un primer momento se planteó que fuera financiada mediante contribuciones especiales a cargo de las empresas y viviendas afectadas. Esta posibilidad se descartó y optamos por buscar financiación", recuerda Ollo.

Proyecto ejecutado en tres fases

El proyecto se ha hecho realidad en tres fases, con una inversión total de 903.836 euros. La primera fase se llevó cabo en 2019, con un importe de licitación de 351.717 euros más IVA y una subvención de 300.000 euros, fruto de una enmienda de Geroa Bai a los Presupuestos Generales de Navarra. Entonces se ejecutó la parte del colector correspondiente al interior del polígono a lo largo de su vía principal para la recogida de las acometidas de las empresas y las viviendas aisladas de la zona.

La segunda fue al año siguiente, con la construcción de un colector desde el barrio de Ibarmusu hasta su conexión al emisario general en Barrio de la Estación, cruzando el río Altzania cerca de la ermita de San Juan mediante la técnica del sifón invertido con decantación previa. Las obras se adjudicaron en 214.773 euros. Para su financiación, el Ayuntamiento contó con una subvención de 250.000 euros, también vía enmienda de Geroa Bai.

La tercera fase ha consistido en la conexión de los dos tramos ejecutados, 169 metros en total, una obra compleja porque incluía el cruzamiento de la línea del ferrocarril Madrid-Hendaya entre los puntos kilómetros 535-536 por medio de una perforación horizontal de 53 metros para salvar dicha infraestructura. Dada la existencia de bolos de gran tamaño, la excavación fue manual con empuje hidráulico. El coste ha ascendido a 154.482 euros más IVA. Para su financiación el Ayuntamiento de Altsasu ha contado con una subvención de 88.462 euros de la Dirección General de Política de Empresa, Proyección Internacional y Trabajo del Gobierno de Navarra