l crecimiento de Tudela ha cambiado de dirección conforme ha ido ganando población. En el siglo XVI la ciudad, ya sin murallas, saltó el río Queiles y nació la plaza Nueva, posteriormente la construcción se dirigió hacia Zaragoza y Corella hasta que la época de la industrialización del siglo XX (años 50 y 60) hizo que naciera el Barrio de Lourdes, ganando la zona más alta de Tudela (antigua muqbara musulmana), más en dirección al Moncayo. La última expansión ha ganado terreno al curso del río Queiles en dirección a Murchante, al tiempo que se acortaba la distancia con Fontellas, generando polígonos industriales y manzanas de vivienda y se recuperaba el terreno de la Azucarera. El futuro de la ciudad parece seguir esos dos ejes, tal y como señalaba la EMOT: crecer hacia Murchante y hacia Fontellas sin, por ello, dejar de recuperar y rehabilitar la ciudad ya construida.

En ese crecimiento, la apuesta de propietarios particulares por la zona de Gardachales parece dar una organización al cierre de la ciudad, tal y como ha explicado uno de los promotores esta semana, el arquitecto tudelano Rafael Moneo. Gardachales prevé la urbanización de 51 hectáreas en una zona delimitada por la vía férrea, la vía verde del Tarazonica y el instituto Benjamín de Tudela con la creación estimada de entre 2.477 y 3.300 viviendas, al final del Barrio de Lourdes y de la avenida de Zaragoza. Para Moneo es el “más importante que he hecho en términos urbanísticos” y solo lo ha comparado con uno que realizó en Vitoria en los años 60.

El insigne arquitecto ha destacado el importante papel del parque de 40.000 m2 y 400 metros de longitud (desde la rotonda siguiente a la plaza de Europa hasta la altura de la vía verde del Tarazonica) en torno al cual se ordenará la entrada a Tudela (tendrá en los márgenes los edificios con más alturas) y se dará un nuevo sentido al final del Barrio de Lourdes. “No es tanto una invención como una ayuda para consolidar una inercia ya establecida por la propia ciudad, incorporando un elemento muy valioso como es un parque urbano que acapara más del 10% de la superficie”, ha analizado Moneo.

La importancia de este proyecto para el futuro de Tudela radica en “la piedra angular que pone paz. El Barrio de Lourdes va a salir muy favorecido porque se le da una salida”, al tiempo que deja abierta muchas puertas para otro tipo de intervenciones, “trata de dar a los renglones torcidos que quedaron en la conexión del Bario con la ciudad un cierto sentido”.

Moneo destaca la relevancia del parque que “potencia el acceso a la ciudad, con una puerta de entrada dignísima. Es el elemento estructural más importante, tiene un valor en sí mismo”. Según la descripción que realizó el crecimiento espontáneo de la ciudad se dirige hacia la avenida de Zaragoza por lo que el futuro Barrio de Gardachales “sutura” el cierre que tenía el Barrio de Lourdes “con no tan claras directrices en los bordes”.

El premio Pritzker de arquitectura detalló lo importante que es para él este proyecto donde ha puesto “todo mi rigor y compromiso, no es un proyecto de arquitecto, en el que lo que cuenta es la personalidad del arquitecto.

Gardachales propone consolidar y mejorar algo que ya está latente en la dirección del crecimiento de la ciudad, la expansión natural es hacia la avenida de Zaragoza y hay que controlarla”. Por todo ello “de él depende buena parte del crecimiento de Tudela. Si algún proyecto quiero que salga bien es éste”.

La Junta de Compensación de este sector, que está formada por unos 60 propietarios, aprobó el pasado 15 de octubre la modificación del proyecto de reparcelación y urbanización con el objetivo de desarrollar el barrio por fases que contempla que en la primera fase se realice el parque central y unas 1.500 viviendas. El proyecto también cuenta con otras zonas verdes, una junto a la plaza de Alfonso el Batallador y otra en la unión con la vía del ferrocarril.

La intención del Consistorio es que la aprobación definitiva se realice a mediados del año que viene, si bien aún no hay fecha para el inicio de las obras. El coste total de la urbanización ronda los 30 millones de euros.

El proyecto del nuevo barrio de Gardachales empezó a gestarse en el año 2003 si bien su aprobación definitiva tardó 10 años. La llegada de la crisis en el año 2008 paralizó todos los planes y trámites, por lo que no se volvió a retomar el tema hasta hace unos años.

60

Son los propietarios que promueven esta nueva urbanización de Gardachales, delimitadas por la vía férrea, la Vía Verde del Tarazonica y el instituto Benjamín de Tudela. El coste ronda los 30 millones de euros.

10 ó 12 alturas. Son las alturas de los bloques que se estima que se puedan construir en los laterales del parque central que servirá de acceso a la ciudad. Conforme se alejen las construcciones las alturas irán disminuyendo.

2.477

Es el número máximo de viviendas que se espera construir en esta nueva urbanización que se creará en, al menos, 8 fases. El máximo rondan las 3.300 viviendas. Esto significa que cuando esté terminado pueda albergar a un número cercano a las 10.000 personas.

51

Son las hectáreas que ocupará la futura urbanización de Gardachales. Para hacerse una idea de la importancia que supone para Tudela esta nueva extensión basta con saber que todo el Casco Antiguo de la ciudad tiene una superficie de 38 hectáreas, 12 menos que Gardachales.