- Las diversas localidades riberas se han llenado estas semana de procesiones, especialmente el pasado viernes con el Santo Entierro. Después de dos años sin que el confinamiento y la pandemia impidieran la realización de cualquier acto en Semana Santa, las calles se llenaron de visitantes y de los riberos y riberas que quisieron estar presentes en la celebración de sus tradiciones.

En Tudela la procesión del Santo Encuentro tuvo lugar por la mañana del viernes en la plaza Vieja. En ella, que se lleva celebrando desde el año 2012 por lo cumplía su décimo aniversario, la imagen de la Dolorosa y del cristo atado a la columna se saludan en la laza Vieja. No es muy conocida por lo que permite a los asistentes poder ver los pasos a la luz del día y sin incomodidades.

Por la noche a partir de las 20.30 horas, con puntualidad británica, se celebró la procesión del Santo Entierro en la que toman parte las diez cofradías que existen en la capital ribera. Tras los dos años de parón se notó mucho el descenso en el número de personas que procesionaron con las imágenes, tal y como habían anunciado desde la Asociación de Cofradías de Tudela que hizo un llamamiento para que se apuntara más gente. Lo mismo ha sucedido en el número de los bombos y tambores que participan en la ambientación.

Corella celebra la procesión de más valor de la Ribera, por la calidad de sus imágenes y la cantidad de participantes. Miles de personas no fallan cada año a esta cita para poder asistir a la procesión barroca declarada de Interés Turístico Nacional en 1967 por ser una de las cincuenta más originales de España. En la ciudad del Alhama diversos personajes bíblicos cobran vida para representar las escenas de la Pasión de Cristo en medio de un gran silencio. De todos los pasos, el Encuentro con Cirineo se considera el más sobrecogedor, con una cruz de 100 kilos.

En Buñuel la procesión partió a las 21.00 horas de la parroquia de Santa Ana donde participó la Banda de Música y la de Tabores y Cornetas. Destaca entre sus pasos el de la Piedad.