olite - En Cinema Paradiso, Toto y Alfredo forjan su amistad intergeneracional en un pequeño cine local después de la Segunda Guerra Mundial. De fondo, la música de Ennio Morricone. Como en la película italiana, la Escuela de Música Jesús García Leoz de Olite se rinde a la historia del cine y a su melodía con su última creación.

El centro municipal de la localidad navarra ha organizado un concierto en honor a las bandas sonoras con el que ha recorrido municipios de la zona como Pitillas, Beire, Tiebas y Tafalla. “Queríamos contar la historia del cine pero no sabíamos cómo hacerlo a través de una banda juvenil, y entonces se nos ocurrió la idea de narrarla a través de las bandas sonoras”, desvela Natxo Ongay, director de la banda y director académico de la propia escuela. Así nació, en comunión con las ideas de Javier Blázquez, director de estudios, este cuento musical que ha girado por la comarca y que no pierde la ilusión de seguir su recorrido.

El espectáculo parte de una premisa clara: la unión de varias generaciones y el aprendizaje mutuo. La función empieza con una conversación entre un abuelo y su nieto, que van entablando un diálogo, construyendo una historia en la que se transporta al espectador a las primeras películas de cine mudo, con música en directo, hasta llegar a la actualidad con El Código Da Vinci y Piratas del Caribe. Nostalgia y pedagogía. “Es un concierto tanto para el que lo ve como para los propios alumnos que tocan, hay un papel didáctico para los chicos pero también se hace un guiño a los abuelos porque durante el espectáculo se homenajea a la década de los años 50 y 60, cuando se proyectaba cine al aire libre en Olite”, esgrime Ongay.

Durante el concierto y tras se proyectan imágenes de películas representativas de cada década cinematográfica. Todo comienza con los hermanos Lumière, su cine mudo y la alabanza a las armonías en directo. Los alumnos continúan con El Cantor de Jazz, la primera película sonora de la historia, hasta enlazar con títulos clásicos como Lo que el viento se llevó o Carros de fuego. “Las proyecciones que hay de fondo no son siempre sobre las canciones que se están tocando si no que se trata de un hilo conductor para que los propios chavales recorran la historia del cine”, detalla el director.

cinema paradiso En la cabeza de Natxo había una imagen que le retrotraía a la infancia. Se acordaba de cuando las cintas de las películas llegaban en un autobús a los pueblos para proyectarlas en las plazas populares y, con ese pensamiento presente, construyó la historia que ahora recuerda al film italiano. “El concierto empieza con el precepto de una cinta que se ha quemado y un abuelo que la quiere arreglar mientras le enseña a su nieto cómo se hace”, explica Ongay. Durante la función se proyectan escenas de Cinema Paradiso, combinadas con imágenes de cómo se arreglaban de verdad las películas antaño. “Lo que nosotros queríamos era buscar el origen del cine y tratar de enseñárselo a los chavales, que ahora no ven más allá del DVD”, esgrime.

la escuela y los alumnos En el año 1992 el centro de música se convirtió en una escuela municipal oficial pero hasta entonces arrastraba el esfuerzo de los docentes que lucharon por su funcionamiento durante años, con la implicación a la cabeza y la música como apuesta segura. La escuela Jesús Leoz tiene una premisa, la de formar a los jóvenes dentro de sus aulas y ser un lugar de reunión para ellos.

En la actualidad cuenta con 200 alumnos y 11 profesores. En concreto, el grupo que ha recorrido la zona media con su gira de bandas sonoras está formado por 40 estudiantes de entre 12 y 18 años. “Una de las cosas más importantes de este lugar es que ayuda a los chicos a socializar, es un espacio donde se juntan para hacer algo bonito y con gente de todas las edades, con las que quizás de otra forma no tendrían contacto”, declara.

Los conciertos buscan ser una enseñanza mutua. Se posicionan como un intercambio entre los vecinos de diferentes edades: los que se identifican con lo que observan y los que lo miran con la ingenuidad de la primera vez. Una permuta intergeneracional a través del arte. Ellos siguen girando, la próxima cita musical será el 19 de junio en Olite.