- La sala de exposiciones de la Casa de Cultura de Olite se ha convertido en un taller improvisado, un espacio en el que un grupo de voluntarios del pueblo dedican sus horas a empaquetar mascarillas de tela para después repartirlas entre los vecinos. Una acción que surgió en colaboración entre el Ayuntamiento y las personas voluntarias que durante las últimas seis semanas han estado confeccionando mascarillas de algodón. "En previsión de que las mascarillas vayan a ser obligatorias y viendo que en el mercado no hay, o las hay muy caras, decidimos iniciar este proyecto", explicó Maite Garbayo, alcaldesa de Olite.

La labor de las 60 personas que han estado fabricando las mascarillas ha hecho posible que ahora la localidad cuente con una gran cantidad de suministro para poder repartir entre todos los vecinos del pueblo. "Primero se ha surtido al centro de salud, a la residencia de ancianos y a los servicios sociales, y una vez que estos centros ya cuentan con dotación suficiente, vamos a dárselo a los ciudadanos", concretó Garbayo.

La semana pasada la Casa de Cultura se transformó en el taller de empaquetado de mascarillas, donde un grupo de 20 personas dedica las horas a hacer paquetes de 2 y 4 unidades. Esos mismos voluntarios serán los encargados de repartirlas barrio por barrio hasta que el "el cien por cien de la población tenga su paquete". El Ayuntamiento hizo un llamamiento a los vecinos para que participaran en la iniciativa, que concluirá esta semana con el reparto del material casa por casa. "Los voluntarios son de diferentes barrios para que cada uno reparta en su zona, decidimos que se haría puerta a puerta porque es la manera más segura para todos", agregó Garbayo.

El pasado viernes el grupo de voluntariados hizo el primer lote de material, que cuenta con 2.000 mascarillas, y que se incrementará hoy con el segundo lote. "Después de realizar el paquete, inmediatamente cada voluntario se llevara su parte correspondiente al barrio que lo toque para empezar a distribuir", agregó la alcaldesa. Las mascarillas que se van a repartir están confeccionadas con algodón que "aunque no son las homologadas son igual de válidas si se desinfectan correctamente".