- El proyecto ECO Pueblo ya ha tenido sus primeros resultados, ya ha conseguido cumplir con parte de sus objetivos primigenios, y es que cuatro personas han decidido trasladarse a vivir a San Martín una vez ya ha concluido el proyecto local.

En concreto, dos de las personas participantes en la iniciativa han tomado la decisión de comenzar una nueva vida en el entorno rural junto a sus respectivas parejas.

Cristian Florentín, de 29 años, ya se ha asentado en el municipio, a donde se trasladó antes de comenzar en ECO Pueblo y donde, gracias al paso del tiempo, ha decidido quedarse con su pareja. “Nos sentimos bien aquí, nos gusta la vida que tenemos en San Martín y tengo algún proyecto laboral en mente”, expresó Florentín, uno de los 15 participantes en el plan pionero. Aunque la participación en ECO Pueblo no va ligada a conseguir un puesto de trabajo, sí da las bases para poder desarrollar la actividad de la vid en cualquier entorno rural. Así, Cristian Florentín ya tiene planes en este sentido, ideas sobre qué hacer, pero de momento en el pueblo. No se plantea por ahora abandonar San Martín y revela que, por ahora, otro compañero del proyecto también hará lo mismo. De esta manera se cumple una de las máximas aspiraciones del plan pionero, que ha traído a cuatro nuevas personas al entorno rural. Las dos parejas personifican en sí mismas la esperanza puesta en la formación y demuestran que “cuando hay oportunidades la gente joven también decide quedarse en el pueblo a vivir, e incluso a comenzar una nueva vida”.

“Es un ámbito que me gusta, he descubierto que el sector vinícola me parece interesante y no me importaría dedicarme a ello”, concretó Florentín, quien considera como importantes “las ventajas de estar en San Martín”.

“La gente nos ha tratado siempre bien, está bien comunicado con Pamplona y Tafalla, y da la tranquilidad del entorno del pueblo”, añadió ayer, tras recibir el diploma de la formación en el sector vitivinícola, donde ha aprendido de la mano de Julián Palacios, responsable de Viticultura Viva y formador en ECO Pueblo.

Considera que el trabajo en este proyecto innovador es una buena herramienta para atraer a personas y darles un espacio en un pueblo en el que quizás de otra manera no habrían comenzado una nueva etapa.

Florentín ha cambiado su vida en Oviedo, con casi 220.000 habitantes, por la de San Martín, de 389 habitantes. “Estoy muy cómodo, con el pueblo y con los vecinos de aquí, de momento tengo pensado quedarme aquí”, concretó Florentín.

“He descubierto que este sector es interesante y no me importaría dedicarme a ello en el futuro”