Luis Irizar, el genio, el visionario de la cocina moderna, ha decidido dar un paso más en su vida. Desde su Donostia natal se nos ha ido, dejando un pellizco en el corazón de todos los que tuvimos el inmenso placer de conocerle y de tratarle. Cuando me puse en contacto con la familia Irizar para pedir la colaboración y el consejo de Luis en la elaboración del libro Comer con Hemingway no podía imaginar que gracias a él iba a cumplir un sueño, que mi vida profesional iba a dar un giro radical.

Luis rebosaba generosidad, aderezada con una formidable seguridad en sí mismo y de una sorprendente humildad. Me abrió las puertas de su casa sin pedirme nada a cambio. En su santuario de recuerdos, una pequeña ganbara en el centro de su querida Donostia, me ayudó a seleccionar los cocineros y cocineras que participaron en el libro. Todos ellos y ellas al saber que Luis colaboraba en el libro, me abrieron sus cocinas con la misma generosidad. El libro unió a Luis Irizar, un icono de la gastronomía moderna, con Hemingway, un icono de la literatura mundial, a través de su mutuo amor por nuestra cultura, la cultura vasca.

El libro recibió diversos premios nacionales e internacionales, pero en mi retina siempre quedará la presentación en el Café Iruña, en la que Luis quiso participar. Hacía años que Luis no acudía a este tipo de actos y vino a Iruña, en coche desde Donostia junto a su hija Visi, exclusivamente para arroparme. Jamás se lo podré agradecer lo suficiente. A partir de ese momento el proyecto creció y sigue aún vivo. En breve su querida Donostia recibirá noticias. El libro Comer con Hemingway fue el germen de todo y sin Luis y su generosidad nada hubiera sido posible. Gracias a Luis pude sentirme un poco más periodista. Ahora que llevo un taxi la gente me pregunta si no tengo la espinita de volver a escribir y, la verdad, es que gracias al libro que hice junto a Luis, y todo lo que vino años después, cumplí un sueño profesional que me llenó por completo.

Luis, solamente te puedo dar las gracias por todo. Zorionak por haber sido una formidable persona. Te llevaré en el corazón toda mi vida. Gero arte! Javier Muñoz